La reducción de la jornada laboral 37,5 horas pasará antes del parón veraniego su primer test en el Congreso. Esa es al menos la intención del Ministerio de Trabajo que encabeza Yolanda Díaz, que ha avanzado este miércoles que su intención es que se celebre el debate de totalidad de la ley antes de que termine este periodo de sesiones, es decir, como muy tarde en julio, cuando la Cámara Baja tiene previsto convocar al menos un pleno extraordinario para votar algunas medidas que el Gobierno quiere tener ya listas.
“Va a haber debate antes del periodo de sesiones, este debate se va a dar”, ha dicho la vicepresidenta segunda en una rueda de prensa en el Ministerio de Trabajo, que ha pedido discreción sobre unas negociaciones parlamentarias que están siendo “muy positivas”, según ha valorado ante las preguntas de los periodistas. “Quiero dar las gracias a todas las formaciones políticas, no podemos desvelar nada, pero están siendo muy positivas”, ha dicho.
La reducción de jornada entró hace varias semanas en el Congreso después del debate en Consejo de Ministros. Aunque las negociaciones van lentas, principalmente por las pegas que presenta Junts, Díaz quiere forzar que el primer debate se dé antes de agosto. Es difícil que el debate de totalidad se dé ya este mes, puesto que solo quedan dos plenos, pero sí podría hacerlo en julio, un mes que no entra dentro del periodo ordinario pero en el que la Cámara Baja suele convocar plenos para aprobar algunas iniciativas pendientes.
En este primer paso, los diputados tendrán que debatir las enmiendas a la totalidad que presenten los grupos. Son enmiendas contra el conjunto del texto y si prosperan tumban la tramitación y obligan al Gobierno a empezar de nuevo. Hasta el momento, ningún grupo ha presentado enmiendas de este tipo aunque Junts prevé hacerlo en cuanto la Mesa decida agotar los plazos para poder registrarlas. El partido de Carles Puigdemont ha mostrado en público una fuerte oposición a la norma.
El control de los tiempos del Congreso los maneja, la mesa, en el que tienen mayoría PSOE y Sumar. Ese órgano suele prolongar los plazos de enmiendas cada martes hasta que hay algún avance en las negociaciones. Pero si la intención de Díaz es forzar que la ley avance es poco probable que el PSOE se oponga. Si lo hace, como ocurrió hace poco con la ley de alquiler de temporada, Sumar podría recurrir al PP en la Mesa para desbloquear. Aunque lo lógico es que al tratarse de una ley del Gobierno esa mayoría progresiste facilite los planes de la ministra.
“El Ministerio de Trabajo ha hecho lo que tenía que hacer, en la mesa del diálogo social, desplegamos un montón de medidas, parecíamos nosotros los defensores de la pequeña empresa. Nos encontramos a una patronal, en este caso Cepyme, que declinó defender a los pequeños y medianos empresarios en España”, ha defendido este miércoles Díaz. Aunque en Trabajo insisten en la “discreción” sobre las negociaciones, las ayudas a las pymes se sitúan como una de las herramientas de negociación del Gobierno en la tramitación parlamentaria, especialmente con Junts, dada la importancia de las pymes en el tejido empresarial catalán.
Reuniones con PP y Junts la próxima semana
Yolanda Díaz ha activado mientras tanto las reuniones con los grupos parlamentarios. Aunque ya ha habido contactos en privado para avanzar en la negociación, este martes convocó de manera pública en la sede de Trabajo a PNV, ERC y EH Bildu. “Nos han mostrado su sintonía en seguir garantizando derechos y ganando tiempo para la vida”, dijo la vicepresidenta tras reunirse con los nacionalistas vascos, que advirtieron hace poco que presentarán enmiendas parciales, especialmente enfocadas en las pymes y el comercio.
Fuentes de EH Bildu aseguran que ese primer contacto fue bien y aseguran que frente a quienes pretenden descafeinar la propuesta del Gobierno, ellos negociarán para “ampliarla y mejorarla”. “Seguimos trabajando para lograr una reducción de jornada más ambiciosa adecuada a la realidad socioeconómica vasca que tenga en cuenta las peticiones de la mayoría sindical vasca”, avanzan.
Después de estos primeros encuentros, Díaz convocará la semana que viene a Junts y el PP, si las agendas lo permiten, para tener también un encuentro similar con ellos. Aunque la ministra de Trabajo confía en los independentistas catalanes para sacar el texto, no ha dejado de apelar a los de Alberto Núñez Feijóo para que faciliten la tramitación de la reducción. Previsiblemente también habrá una reunión la semana que viene con el Grupo Mixto en el que está Podemos, que aunque da su visto bueno al texto que salió del Gobierno, está muy alerta por si Junts introduce cambios en la negociación que puedan forzar su rechazo.
En paralelo, Díaz hizo la semana pasada un movimiento para mandar un mensaje a la patronal, que según el criterio de Trabajo está tratando de boicotear la tramitación de la reducción. La vicepresidenta segunda advirtió a los empresarios que podría aprobar por decreto la reforma del registro horario, sin necesidad de pasar por el Congreso. Esta pata de la reforma de la reducción es una de las claves, según el Ministerio, que más inquietan a la patronal.