La documentación que la exmilitante socialista Leire Díez puso en manos del PSOE y este entregó a la Fiscalía incluye unos audios de 2012 entre el comisario Villarejo y la entonces líder del PP catalán, Alicia Sánchez Camacho, donde detallan los planes para hundir al independentismo ante la posibilidad de que Artur Mas tuviera mayoría absoluta con CiU en las elecciones de aquel año, tal y como ha desvelado El País.
Aquel encuentro que grabó el propio Villajero, celebrado el 6 de noviembre de 2012 –apenas 19 días antes de las elecciones catalanas–, habría sido propiciado por la secretaria general del PP en ese entonces, María Dolores de Cospedal, y la grabación demostraría la existencia de la conocida como Operación Cataluña que promovió el Ministerio del Interior durante el Gobierno de Rajoy para acabar con el independentismo desacreditando a sus líderes con noticias fabricadas o directamente falsas.
En la conversación publicada ahora por El País, el comisario cuenta que hace trabajos para Interior y que tienen gente “dentro” infiltrada en los partidos independentistas, aunque la vicepresidenta Soraya Sáez de Santamaría (“tu amiga la pequeñita”, le dice a Sánchez Camacho) no quiere que les hagan escuchas telefónicas.
Villarejo explica a Sánchez Camacho que el plan es descubrir dónde guardan el dinero negro los grandes líderes independentistas y que especialmente les interesa poner “toda la atención en los Pujol”. “Casi todas estas actuaciones las estamos haciendo con los medios de comunicación”, dice Villarejo refiriéndose a las filtraciones.
“A partir del día 12 [de noviembre] vamos a pegar un apretón y desde el 15 hasta el 25 apretón brutal. Yo confío en que de alguna manera no fallen los medios”, apunta el comisario. “Ellos tienen una encuesta en la que sacan mayoría absoluta, lo que pasa es que están callados como putas (…) Esta guerra que vamos a hacer es para que estos tipos no saquen mayoría absoluta”, abunda.
En las dos semanas de campaña electoral, varios medios de comunicación difundieron supuestos informes policiales sobre diversas corruptelas de la familia del expresidente Jordi Pujol, los principales dirigentes de CiU y del Gobierno catalán. Muchas de las informaciones resultaron ser falsas.
CiU ganó finalmente las elecciones de 2012, pero no obtuvo mayoría absoluta y perdió 12 escaños, lo que les obligó a pactar con ERC para mantenerse en el Govern.
