Velintonia, la casa del poeta Vicente Aleixandre, ha entrado de repente en los planes del Ministerio de Cultura. Después de haber renunciado a participar en las dos subastas judiciales que en enero y julio de 2024 se abrieron por este inmueble, epicentro de la Generación del 27 en la Comunidad de Madrid, y a que un juzgado de la capital bloqueara la venta del mismo al Gobierno regional, el ministro de Cultura, Ernest Urtasun, ha ofrecido ahora replicar la fórmula que se ha seguido con la Casa Gomis de Barcelona. Implicando así a las administraciones competentes también en la capital, es decir, la Comunidad y el Ayuntamiento.
El titular de Cultura ha remitido una carta al consejero de Cultura madrileño, Mariano de Paco Serrano, con la intención de mostrar «la disponibilidad del Ministerio de Cultura para retomar un diálogo que permita la adquisición conjunta» de la casa de Vicente Aleixandre. «Siempre ha sido voluntad de este Ministerio de Cultura colaborar en la protección de Velintonia«, afirma el ministro en su escrito. Sin embargo, tal y como detalló el pasado sábado EL MUNDO, los hechos no muestran tal disposición. El departamento de Urtasun no se presentó a la subasta del mes de enero que quedó desierta y fue la Comunidad de Madrid, en solitario, quien planteó en julio la compra de este bien. De hecho, la última resolución judicial establece claramente que la oferta de 3,2 millones de euros consignada en el juzgado era únicamente del Gobierno regional.
«El valor simbólico y la significación para la memoria cultural de nuestro país de un espacio como Velintonia es un hecho y ha guiado, hasta hoy mismo, todos los pasos de este ministerio, tanto en las conversaciones mantenidas con la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento de Madrid, como con los familiares del poeta. Con rigor y discreción, como entendemos se debe actuar en estas circunstancias», continúa la carta del dirigente de Sumar. Tanto en la Puerta del Sol como en Cibeles niegan que esto fuera así. Desde la Consejería de Cultura apuntan que no se ha producido tales contactos y que no se había producido hasta este momento respuesta a su carta del mes de febrero. En ella se planteaba que el Ministerio asumiera esta compra. El Ayuntamiento de la capital, por su parte, se había mostrado dispuesto a participar en una futura programación en el centro que surgiera, no en el proceso de compra.
Desde el Ministerio de Cultura aluden a la resolución judicial que se produjo a finales de la pasada semana como el hecho que «despeja el proceso de compraventa del inmueble», permitiendo así «la incorporación del Ministerio de Cultura a esta nueva fase». Otro hecho que choca con que el Ministerio mostrara su predisposición desde el primer momento como se detalla en el inicio de la carta. «Le reafirmo nuestra voluntad de avanzar en la propuesta ya expresada entre las tres administraciones interesadas, a saber, Comunidad de Madrid, Ayuntamiento de Madrid y Ministerio de Cultura. Con la confianza de que este ofrecimiento de adquisición conjunta del inmueble pueda dar una solución definitiva a esta larga negociación», concluye la misiva del ministro.
Desde hace años Velintonia, casa del poeta Vicente Aleixandre en Madrid, se mantiene en un estado ruinoso sin que el departamento que ahora dirige Ernest Urtasun optara siquiera a su compra. Ya con el portavoz de Sumar como ministro, el 30 de enero de 2024, se abrió una subasta por esta construcción por valor de 4,5 millones de euros -se admitían pujas por el 70 % de esa cifra, casi 3,2 millones de euros-t. Esa subasta se declaró desierta el 19 de febrero ante la ausencia de ofertas.
En el mes de julio se abrió una nueva puja, apenas unos días después de que la Comunidad de Madrid declarase su intención de comprar Velintonia porque, al quedar desierta una subasta, existe la posibilidad de que los propietarios puedan llegar a un acuerdo con un tercero. La oferta del Gobierno regional fue de 3,2 millones de euros y ha vuelto a ser tumbada por un juzgado, tal y como adelantó ayer ABC y pudo confirmar EL MUNDO, tras oponerse a ese acuerdo Amaya Aleixandre, sobrina segunda del literato y heredera principal del bien. Desde el Ministerio de Cultura nuevamente no hubo oferta en la subasta.
Atendiendo al valor cultural del bien, Velintonia, ubicada al lado de la Ciudad Universitaria madrileña, fue punto de encuentro de cinco generaciones de poetas e intelectuales del siglo XX. Por su salón pasaron Miguel Hernández, Rafael Alberti, Leopoldo Panero, Pablo Neruda, María Zambrano, Jaime Gil de Biedma, Carmen Conde, Luis Cernuda o Federico García Lorca. De hecho, en su interior, el granadino leyó por primera vez sus Sonetos del amor oscuro y mostró un primer borrador de Poeta en Nueva York.