La inteligencia de la OTAN sostiene que el presidente ruso, Vladímir Putin, confía en que su ejército podrá lograr un avance en Ucrania, a pesar de las importantes pérdidas humanas y materiales que está sufriendo su ejército en el frente. Así lo afirmó, recoge Ukrainska Pravda, un alto funcionario de la Alianza durante una reunión en La Haya.
«Putin cree que ganará con todas sus fuerzas, pero sus expectativas son demasiado ambiciosas y se basan en información falsa», advirtió la fuente. Esta convicción ha llevado a Moscú a intensificar su ofensiva, manteniéndose firme en sus tácticas actuales a pesar del alto coste. No obstante, la OTAN cree que Rusia carece de las reservas necesarias para lograr avances estratégicos sostenidos.
Más de un millón de bajas
Uno de los focos actuales de los combates es la región ucraniana de Sumi, donde Rusia ha concentrado su ofensiva con el objetivo de crear una «zona de amortiguación» en la frontera. Las tácticas empleadas allí han sido descritas por la inteligencia aliada como una «picadora de carne», similar a las utilizadas en otros frentes, que provocan grandes bajas en las filas rusas.
Las cifras estimadas por los servicios de inteligencia de los Estados miembros de la OTAN son alarmantes: más de un millón de bajas acumuladas desde el inicio de la invasión, de las cuales unas 250.000 serían muertes confirmadas. Solo en las últimas semanas, las pérdidas diarias de personal ruso habrían alcanzado un promedio de 1.300.
Aunque Rusia ha logrado pequeñas victorias tácticas en los alrededores de Sumi, la ciudad permanece bajo control ucraniano. Según la OTAN, las fuerzas rusas parecen intentar rodear la ciudad para facilitar un futuro asedio, pero, por ahora, no se percibe una ofensiva de gran envergadura inminente.
Mientras tanto, las fuerzas ucranianas siguen conteniendo los avances rusos, incluso dentro de la región rusa de Kursk. A pesar de la creciente presión, la inteligencia aliada insiste en que las posibilidades de que Rusia alcance sus objetivos estratégicos siguen siendo limitadas. Aun así, se espera un verano difícil para Ucrania.