Una cantante de K-pop denuncia entre lágrimas en el Parlamento coreano el acoso laboral crónico hacia sus estrellas

Hanni se derrumbó delante de los políticos surcoreanos. No pudo aguantar las lágrimas. Esta joven de 20 años llevaba un mes, desde que anunció que comparecería en la Asamblea Nacional, el Parlamento de Corea del Sur, soportando mucha presión y ruido a su alrededor. Había mucha expectación por escuchar su testimonio. Era la primera vez que se celebraba una audiencia con una estrella de la música de protagonista que iba a denunciar el acoso laboral dentro del mundo del K-pop, apuntando, sobre todo, al poderoso conglomerado que mueve los hilos de la industria desde Seúl.

Hanni, cantante del grupo NewJeans, que lidera con frecuencia las listas de éxitos en el país asiático, se sentó el martes delante del comité de legisladores que está investigando las condiciones deseguridad laboral que rodean al K-pop. La industria del pop coreano se encuentra bajo un estrecho escrutinio en los últimos años después de varios casos de suicidios que destaparon toda la oscuridad que envuelve a su éxito.

Hanni, de padres vietnamitas y criada en Melbourne (Australia), fue reclutada en 2022 por Ador, uno de los sellos discográficos del gigante Hybe, la mayor compañía de K-pop, el mimo sello que está detrás de BTS, el grupo más famoso del género. La cantante denunció que tanto ella como las otras cuatro integrantes de NewJeans habían sido víctimas de acoso laboral y continua discriminación por parte de su agencia.

Concretamente, Hanni se refirió a un episodio en el que un gerente de la compañía que supervisaba un evento musical dio la orden a otras artistas de que «ignoraran» a la cantante de NewJeans. «Tenemos un piso en nuestro edificio donde se hacen las sesiones de maquillaje y peluquería. Había varios grupos y yo los saludé a todos. Hubo un momento en el que el gerente me miró a los ojos, se volvió hacia el resto de artistas que había y les dijo: ‘Ignórenla como si no la hubieran visto‘. No podía entender por qué actuaba así», relató Hanni a los legisladores surcoreanos.

La artista, que reiteró que declaraba voluntariamente, aseguró que estos desplantes en el entorno laboral se habían repetido en varias ocasiones por parte de altos ejecutivos de Hybe. En el fondo de todo esto, según ha relatado la joven, estaría una disputa entre Ador y la empresa matriz.

Min Hee-Jin, la madrina artística de NewJeans y directora ejecutiva del sello discográfico, fue despedida a principios de año después de ser acusada por los directivos de Hybe de querer romper con la empresa y crear una compañía independiente integrada por Ador y el grupo de Hanni.

En un vídeo en YouTube publicado en septiembre, la banda, que es una de las más lucrativas en el panorama nacional (generó 100 mil millones de wones de ingresos el año pasado, alrededor de 67 millones de euros), exigió a Hybe la reincorporación de Min y comenzó a señalar varios episodios de supuesto acoso laboral.

«Expliqué lo que estaba ocurriendo a la nueva directora ejecutiva de Ador, Kim Joo-Young, pero me dijo que era demasiado tarde para denunciarlo y que no tenía pruebas», aseguraba Hanni en el vídeo.

«Sentí que no podía quedarme de brazos cruzados mientras ese comportamiento seguía repitiéndose», subrayó la cantante en su comparecencia del martes, repitiendo que todas las chicas de NewJeans habían sido sometidas a «otros tratos injustos» por parte de Hybe.

«Había una cierta atmósfera irrespetuosa que todas sentimos dentro de la empresa», continuó. Hanni aseguró que el departamento de relaciones públicas de Hybe se puso en contacto con varios medios de comunicación y les pidió que dejaran de destacar el éxito que estaba teniendo NewJeans y les dijo que debían restar importancia al aumento de ventas de la banda. «Me di cuenta de que no era solo mi percepción. Realmente estaba convencida de que la empresa nos odiaba», concluyó.

Tras las declaraciones de la cantante, Kim, la nueva mandamás del sello discográfico, quien negó en un primer momento las acusaciones, también intervino en la audiencia celebrada en el Parlamento, donde prometió que en el futuro «escuchará atentamente» a todas las artistas para que la situación denunciada no se vuelva a repetir.

El testimonio de Hanni delante de los legisladores ha tenido mucho impacto mediático en Corea del Sur porque es la primera vez que hay una comisión del Parlamento que está investigando las condiciones laborales en la hermética industria del K-pop, habituada a controlar cada manifestación pública de los grupos, siempre sujetos a una presión extrema por parte de una sociedad que sigue idealizando a unas artistas que deben venderse como lo que la académica Yoon Kim Ji Young, una de las voces del movimiento MeToo en Corea, llamó el «estereotipo de la joven soltera, sexualmente deseable y con una imagen pública perfecta».