Iiri Heinilä, de 88 años, oyó hablar por primera vez de las cabinas de baño de alquiler en la isla de Uunisaari, en Finlandia, situada a dos minutos en barco de la costa de Helsinki, hace ocho años. Sin embargo, la mujer continúa esperando.
Heinilä acababa de mudarse a Helsinki cuando descubrió la maravillosa isla de Uunisaari, que también era popular entre los habitantes de la capital finlandesa, y se convirtió en un lugar de baño habitual para ella. Heinilä no tardó mucho en descubrir que las cabinas de baño se alquilaban para uso privado, según ha publicado el periódico Helsingin Sanomat.
El Ayuntamiento de Helsinki lleva décadas alquilando cabinas de baño para uso privado, pero hace unos tres años dejaron de estar disponibles debido a la alta demanda. Mucha gente convierte una cabaña de aproximadamente un metro cuadrado en una microcabaña, lo que supone una escapada rápida lejos del bullicio de la ciudad.
Para Heinilä, una cabaña de natación sería un lugar donde guardar el equipo para su afición favorita, la natación. En invierno, esta podría usarse para guardar los esquís y así tendría más posibilidades de salir. La mujer se puso en contacto con la ciudad y finlamente consiguió un lugar en la lista de espera.
Sin embargo, en ocho años la fila ha avanzado doce puestos y ahora ocupa el decimoctavo. Con el tiempo, Heinilä también ha conocido a algunos que ya tienen una cabaña con piscina. «La comunidad es muy agradable», dijo al medio finlandés.
Todavía sueña con tener su propia cabina de baño, aunque la fila avanza muy despacio. Cuando preguntó por la situación en 2021, aún tenía 27 personas por delante. Heinilä, quien cumplirá 90 años en un par de años, teme que nunca tenga tiempo para disfrutar de la felicidad y la comunidad que brinda la cabaña. «¡Moriré antes de que quede libre!», expresó la mujer.
