Un experto en defensa activa las alarmas: los aliados de la OTAN no están preparados para la guerra

La cofundadora de CyLon Ventures y exasesora del exprimer ministro británico Tony Blair, Grace Cassy, ha sido una de las seis expertas externas convocadas por el Gobierno del Reino Unido para elaborar un informe que analiza los principales retos de seguridad a los que se enfrenta el país. En declaraciones recogidas por Politico, Cassy lanza un aviso con eco en toda Europa: “Dentro de la OTAN —no solo el Reino Unido, sino todos los países miembros— tenemos que cambiar si queremos gastar ese dinero de forma efectiva”.

El informe, que pone el foco en la necesidad urgente de estar “preparados para el combate”, propone que las nuevas tecnologías militares se integren en un plazo máximo de tres meses. Nada de esperas interminables. El campo de batalla, advierte Cassy, se mueve a otra velocidad. “Hay una batalla constante por mantener la superioridad tecnológica, pero esa ventaja dura muy poco”. Un ejemplo clarísimo: los drones. “Puedes volarlo un día y, una semana después, ya no sirve de nada si las frecuencias han sido interferidas”.

Los procesos de adquisición en países como el Reino Unido —y, por extensión, en buena parte de la OTAN— siguen atascados por la burocracia, el miedo al riesgo y una excesiva dependencia de unos pocos gigantes de la industria armamentística. Según Cassy, esto limita gravemente la capacidad de reacción ante un enemigo que ha aprendido a adaptarse rápido, como ha demostrado Rusia en Ucrania a pesar de las sanciones internacionales. Kiev, por su parte, ha hecho de la necesidad virtud, aplicando soluciones innovadoras con recursos limitados.

Pese a que el Gobierno británico ha aceptado todas las recomendaciones del informe, el primer ministro Keir Starmer aún no ha puesto fecha para alcanzar el 3 % del PIB en gasto de defensa, cifra considerada mínima para cumplir los objetivos del texto. Pero como advierte Cassy, no se trata solo de meter más dinero: “Aunque mañana dedicásemos el 5 % del PIB, si seguimos con nuestros viejos hábitos no estaríamos preparados para lo que viene”, zanja.

Putin niega la amenaza: “Es una tontería”

El presidente de Rusia, Vladímir Putin, ha negado este miércoles cualquier intención de atacar a un país miembro de la OTAN. “Todos entendemos que esto es una tontería (…) El presupuesto militar de la OTAN es de 1,3 billones de dólares, más que todo el mundo junto, incluida Rusia”, declaró durante un encuentro con agencias internacionales, entre ellas EFE, en el marco del Foro Económico Internacional de San Petersburgo.

Putin tachó de “leyenda” la supuesta amenaza rusa y acusó a los gobiernos occidentales de alimentar ese relato para justificar su propio rearme. “Esta leyenda de que Rusia va a atacar a Europa, a los países de la OTAN, es la misma mentira inverosímil que intentan hacer creer a la población de los países de Europa Occidental”, afirmó. En su opinión, la decisión de la OTAN de reforzar sus presupuestos de defensa “no beneficiará a nadie” y “creará riesgos adicionales”, aunque admitió que Moscú no puede influir en esa dinámica. “Es absolutamente irracional y sin sentido”, insistió.

El secretario general de la OTAN, Mark Rutte, ha advertido recientemente de que Rusia podría estar en condiciones de lanzar una ofensiva convencional contra la Alianza en los próximos cinco años. Pero para Cassy, el peligro no está solo en el horizonte, sino aquí y ahora: no en forma de tanques cruzando fronteras, sino de ciberataques, sabotajes e interferencias constantes en infraestructuras clave. “Estamos librando una lucha constante por debajo del umbral convencional de la guerra. Y eso exige que invirtamos seriamente en nuestras defensas más amplias”, insiste.

Putin, por su parte, asegura que Rusia es autosuficiente en defensa y que seguirá reforzando sus capacidades estratégicas, independientemente de lo que haga la OTAN. Mientras tanto, en Ucrania se libra una guerra que no solo redefine los mapas, sino también las reglas del combate. Y muchos aliados occidentales, según los expertos, siguen sin estar listos para jugar con esas nuevas reglas.