El pasado 8 de junio, un cazabombardero ruso armado sobrevoló a baja altura un buque de la Armada de Estados Unidos en una tensa maniobra ocurrida tras su interceptación por parte de aviones británicos Typhoon, informó la Real Fuerza Aérea (RAF).
El incidente se produjo después de que dos aviones Sukhoi Su-24M, nombre en clave de la OTAN FENCER D, salieran del enclave ruso de Kaliningrado, entre Polonia y Lituania.
La RAF no reveló la ubicación exacta del suceso, aunque se presume que tuvo lugar en el mar Báltico. Una imagen difundida muestra uno de los FENCER D volando a baja altitud sobre el agua, con el USNS William McLean, un buque de apoyo logístico estadounidense, al fondo.
«Una vez identificados, la pareja se separó y un Typhoon fue enviado a escoltar a cada avión», informó la RAF. Posteriormente, «un FENCER D procedió entonces a realizar vuelos rasantes sobre el buque de la Armada de los Estados Unidos (USNS) William McLean» añadió.
El episodio formó parte de una semana de intensa actividad aérea, durante la cual, los aviones Typhoon británicos, desplegados en la base aérea de Malbork, Polonia, realizaron seis misiones de Policía Aérea Reforzada de la OTAN en seis días. En total, interceptaron 15 aeronaves rusas, incluyendo aviones de combate, de vigilancia y de guerra antisubmarina, en lo que representa el mayor ritmo operativo del despliegue británico hasta la fecha.
El aumento de las tensiones coincide con el desarrollo del ejercicio conjunto ‘Atlantic Trident 25’, que se lleva a cabo en Finlandia, cerca de la frontera con Rusia. Participan más de 40 aeronaves de Estados Unidos, Reino Unido, Francia y Finlandia, con el objetivo de mejorar la preparación para el combate aéreo.
Seis Typhoon de la RAF han estado estacionados en Polonia desde abril como parte de la misión de Policía Aérea Reforzada (eAP) de la OTAN, establecida tras la anexión ilegal de Crimea en 2014 para reforzar la seguridad aérea en las fronteras orientales de la Alianza.
En esta misión también participa la Fuerza Aérea Sueca, marcando la primera vez que aviones suecos asumen tareas de vigilancia aérea sobre el territorio de otro país miembro desde su adhesión a la OTAN en 2024.