Trump y Putin no acercan la paz en Ucrania en su enésimo contacto: Rusia «no renunciará» a ningún objetivo en Ucrania

Teléfono rojo, por sexta vez. La historia se repite y la falta de resultados también. Donald Trump y Vladimir Putin han mantenido una nueva llamada telefónica, esta vez algo más corta —cerca de una hora, según el Kremlin— sin grandes resultados a primera vista por la paz en Ucrania. Y con una reiteración por parte del líder postsoviético, que «Rusia no renunciará a sus objetivos«, como ha espetado al líder de EEUU, aunque con la voluntad de «seguir negociando». No se sabe muy bien el qué, eso sí.

En un primer balance de urgencia, el Kremlin ha deslizado que Trump planteó «de nuevo» un «pronto cese de la hostilidades«, tras insistir durante meses en la necesidad de una tregua que condujese al final de la guerra, a lo que Putin habría recurrido a negativas ya expresadas previamente. Así lo ha transmitido Yuri Ushakov, asesor de política internacional en una rueda de prensa en la tarde-noche del jueves en horario de Moscú.

Para el mandatario ruso, lo primero es profundizar y resolver lo que llama las «raíces históricas del conflicto» sin admitir la posibilidad de ceder ni uno de los territorios  ucranianos conquistados y anexionados ilegalmente; esto es, Crimea en 2014 y más recientemente Donetsk, Lugansk, Jerson y Zaporiyia

La conversación entre los presidentes, «como siempre entre ellos», se desarrolló en la misma sintonía», añade, destacando que resultó «franca, práctica y concreta»… aunque no hubiera concreción de ningún asunto. La escasa hora de conferencia ha servido, empero, para apuntar breves referencias sobre Irán y Oriente Medio, las relaciones comerciales entre Washington y Moscú o los lazos históricos, como ha querido puntualizar Putin, siempre según el relato ruso. 

De lo que no han debatido es de la decisión de EEUU de suspender el envío de determinado armamento a Ucrania, una medida oficializada horas antes por la Casa Blanca bajo la justificación de necesitar un ‘balance’ de suministros por parte del país norteamericano. El gesto, que Ucrania de momento no quiere valorar a la espera de que lo traten Zelenski y Trump, sí ha sido aplaudido por Rusia.

A falta de que hable Trump, el lado ruso se ha apresurado en confirmar que ambos líderes han expresado su voluntad de «continuar» con su contacto próximamente, si bien alejando aún la posibilidad de un cara a cara.

La llamada de este jueves se produce un mes después de su última gran llamada, una cita en la que se produjo un cambio en el tono empleado por Trump. Lejos de su habitual incontinencia verbal, el presidente del EEUU no tuvo más remedio que admitir que la larga charla, aunque «muy buena» no serviría para acercar una paz en la guerra que sigue lejos.

Semanas después llegó otra conferencia, algo más personal que política, con la felicitación de Putin por el 79º cumpleaños de su homólogo estadounidense. En este medio año de ‘retorno’ de Trump, se han sucedido los contactos entre oficiales y privados, muestra de la afinidad personal que nunca han escondido ambos líderes.

Del encuentro de este jueves se espera que conversen en profundidad Trump y Zelenski en otra llamada que podría tener lugar «este viernes» o al menos «muy pronto», en palabras del presidente ucraniano.