Trump recrudece sus ataques contra el presidente de la Fed en una huida adelante por la crisis del caso Epstein

Donald Trump tiene sus clásicos de cada día. Y uno de ellos es criticar al presidente de la Fed, Jerome Powell, por no bajar los tipos de interés, complicando que su Administración pueda endeudarse más barato. Las críticas, que suponen un asalto a la independencia del organismo monetario de EEUU, son constantes y le llevan incluso a culpar a Joe Biden de su nombramiento, cuando el primero que lo nombró fue el propio Trump, en 2017.

Y lo hace mientras su base política está desquiciada por la gestión de los papeles del pederesta Jeffrey Epstein, que permanecen sellados después de haber hecho campaña por su publicación, y ante las peticiones de Trump, amigo del magnate suicidado en prisión en 2019, de pasar página.

En este sentido, Trump no pedirá un fiscal especial para el caso Epstein, según declaró este jueves la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, desechando así las peticiones de más medidas reclamadas por sus partidarios. El rechazo a un fiscal especial forma parte del interés de la Casa Blanca por superar la indignación de los MAGA ante la negativa del Departamento de Justicia a publicar más documentos.

Así, ante esta guerra civil MAGA, Trump quiere cambiar la diana: de Epstein a Powell. Pero no le será fácil: The Wall Street Journal publica que hay una felicitación de 50 cumpleaños de 2003 comprometedora de Trump a Epstein. Según este diario, en la carta firmada por Trump hay un dibujo de una mujer voluptuosa y este texto: “Feliz cumpleaños, y que cada día sea otro maravilloso secreto”. En declaraciones a WSJ, Trump negó haber escrito la carta o haber dibujado la mujer.

Según el artículo 10 de la Ley de la Reserva Federal, el presidente solo puede ser destituidos “con causa justificada”, que tendría que ver con un incumplimiento del deber, negligencia grave o conducta ilícita. Es decir, no vale que haya un desacuerdo con las políticas monetarias de Powell, tiene que ser otro motivo, y la Casa Blanca cree que el sobrecoste de las obras puede serlo.

En cualquier caso, si Trump consigue destituir a Powell, será la primera vez que ocurra desde que el regulador fue fundado en 1913.

Esa brecha que cree haber encontrado la Casa Blanca es el coste para modernizar la sede de la Fed, aprobado en 2017 por 1.900 millones de dólares, y que se ha disparado hasta rondar los 2.500 millones.

“Gastar 2.500 millones de dólares en una reforma, de verdad, me parece una auténtica vergüenza”, ha dicho Trump a la prensa esta semana, sugiriendo que es un delito que puede justificar un despido. El miércoles por la mañana aclaró que era muy improbable que despidiera a Powell, “a menos que tenga que irse por fraude”.

Aunque no existen pruebas de que haya habido una mala gestión de la obra o del uso del dinero público tras aprobarse la obra en tiempos de la primera legislatura de Trump, el director de la Oficina de Administración y Presupuesto de la Casa Blanca, Russell Vought, ha acusado a Powell de ser un mal gestor y le ha pedido cuentas públicamente.

“El presidente está sumamente preocupado por su gestión de la Reserva Federal”, escribió Vought en la carta que publicó en redes sociales: “En lugar de intentar enderezar el rumbo fiscal de la Fed, ha seguido adelante con una ostentosa remodelación de si sede en Washington DC”. Vought le dio a Powell “siete días hábiles” para responder a la carta del 10 de julio.

Y este jueves ha respondido Powell con una carta a la Casa Blanca, afirmando que la renovación y su financiación siempre han contado con la cuidadosa supervisión de los órganos de gobierno del banco central y de su propio organismo de control. Powell también ha añadido que la Fed “generalmente no está sujeta a la dirección” de la Comisión Nacional de Planificación de la Capital, organismo que supervisa los proyectos de construcción del gobierno federal, y a pesar de ello la Fed optó voluntariamente por colaborar con la NCPC durante la obra.

“Hemos tenido mucho cuidado para garantizar que el proyecto sea supervisado cuidadosamente desde que fue aprobado por la Junta en 2017”, escribió Powell. Además, el presidente de la Fed ha dicho que las mejoras que se reflejaron en los documentos oficiales de planificación presentados al NCPC en 2021 fueron posteriormente eliminadas, y que la Fed no necesitó volver a presentar la documentación porque no eran “sustanciales”.

Los cambios, no obstante, tenían como objetivo “simplificar la construcción y reducir la probabilidad de nuevos retrasos y aumentos de costes”, escribió Powell: “La Junta no considera que ninguno de estos cambios requiera una revisión adicional”.

En su carta, Powell señala que los edificios necesitaban “reparaciones estructurales importantes y otras actualizaciones, incluyendo la eliminación de la contaminación por asbesto y plomo, la sustitución completa de sistemas anticuados como el eléctrico, la fontanería, la calefacción, la ventilación y el aire acondicionado, así como sistemas de detección y extinción de incendios”.

Trump amaga

“La Reserva Federal ha estado mal administrada durante varios años”, ha dicho este jueves Vought a los periodistas en la Casa Blanca: “Queremos reunirnos con los responsables del proyecto [de la obra], tener un informe y ver en qué punto nos encontramos”.

Esta semana el presidente de EEUU ha mantenido reuniones con congresistas republicanos para sondear las posiblidades de relevar al presidente de la Fed, si bien Trump este miércoles dijo que era “improbable” su relevo, a menos que se vea envuelto en un escándalo: “No descarto nada, pero creo que es muy improbable, a menos que tenga que irse por fraude”.

Las declaraciones de Trump se han producido en medio de informaciones de medios como The New York Times y The Wall Street Journal sobre las consultas a los legisladores, que el presidente de EEUU reconoció –“todos me dicen que le eche, pero yo soy más conservador”–.

Powell termina su mandato en mayo de 2026.