Tres danesas y dos suecas: el Real Madrid femenino acentúa su perfil vikingo

El Real Madrid femenino se rearma este verano con acento del norte. Bajo la nueva batuta de Pau Quesada, el equipo ha iniciado un viraje estratégico en el que las jugadoras escandinavas ocupan un papel protagonista.No es una apuesta puntual, sino una tendencia que empieza a definir la nueva identidad blanca. En este mercado, el club ha mirado con decisión hacia Escandinavia, una región que en los últimos años se ha consolidado como cantera de talento. De allí proceden tres de las nuevas incorporaciones: la danesa Sara Holmgaard y las suecas Hanna Bennison y Bella Andersson.

Un trío que se suma a las ya integradas Filippa Angeldahl (sueca) y Signe Bruun (danesa). Con ellas, la presencia nórdica en la plantilla alcanza un récord desde la profesionalización del equipo en 2020, lo que las convierte en las segundas con mayor representación, solo por detrás de las españolas.

Un perfil nórdico para un nuevo modelo. Desde que se confirmó la salida de Alberto Toril y el ascenso de Quesada desde el Castilla femenino, el club ha trabajado en la confección de una plantilla que no sólo sea competitiva en la Liga F y en la Liga de Campeones, sino que también se ajuste a un patrón de juego más técnico, estructurado y físico.Y es que Suecia, un país pionero en el fútbol femenino, ganando la primera Eurocopa en 1984, y destacándose con el Umea IK, vencedor de la Liga de Campeones en 2003 y 2004, ofrece un mercado bastante accesible, en comparación con el inglés o el estadounidense, más inflacionado, competitivo y mediático. Y eso que oferta perfiles con una base técnica y física muy consolidada, y con una capacidad tremenda para sostener ritmos altos durante los 90 minutos de cada encuentro.

Grandes clubes europeos, como el Wolfsburgo, el Lyon o el Chelsea, recurrieron en los últimos años a Dinamarca, Suecia o Noruega para reforzar posiciones clave. En el caso del Real Madrid, el objetivo no es solo incorporar talento, sino construir un grupo cohesionado, adaptable y con hambre competitiva. Y en ese sentido, la cultura escandinava ofrece un terreno fértil para consolidar una plantilla más coral y menos dependiente de figuras aisladas, como Athenea del Castillo o Caroline Weir, y más después de la marcha de su capitana Olga Carmona.

Equilibrio para mejorar en Champions

Para eso, la defensa Sara Holmgaard, ofrece amplitud y rigor; Hanna Bennison, es una centrocampista de largo recorrido; y Bella Andersson, vertical y explosiva (1.83 metros), puede ser clave en el juego aéreo. Esa vocación coral gana aún más fuerza con la presencia de las brasileñas Yasmim y Antônia Silva, flamantes campeonas de América con Brasil el pasado sábado, y los fichajes de las alemanas Merle Frohms (guardameta) y Sara Däbritz (centrocampista).

Con ellas y el núcleo escandinavo como columna vertebral, el técnico valenciano cuenta con un grupo equilibrado, cuyo objetivo es superar los cuartos de final de la Liga de Campeones, el listón que hasta ahora no ha podido superar el equipo blanco.

La meta no es sólo competir: es hacerlo de forma sostenida, sin depender de impulsos individuales ni de hazañas aisladas como el histórico triunfo ante el Barcelona (3-1) la pasada campaña -el primero y único desde la creación de la sección- , sino desde una estructura de juego que permita al Real Madrid aspirar a algo más que perseguir a su eterno rival.

El equipo de las Vikingas se rige por la disciplina táctica, el juego físico y la ambición. En esta pretemporada empieza a describir, con bastante precisión, lo que este grupo quiere ser. Como antesala al inicio oficial del curso, el técnico pondrá a prueba sus nuevas piezas en una exigente gira por Alemania. Allí disputará dos amistosos de alto nivel: el 17 de agosto ante el Union Berlín, recién ascendido a la Bundesliga femenina, y el 21 frente al Bayern de Múnich, vigente campeón. Dos duelos que servirán para medir el rodaje del grupo y el encaje de sus nuevas incorporaciones.

CINCO FICHAJES PARA 2025-26:

Sara Holmgaard: Dinamarca (Bording, 1999). Defensa. Procede del Everton. Antes jugó en Fortuna Hjorrin y Turbine Potsdam.

Sara Dabritz: Alemania (Amberg, 1995). Centrocampista. Ha jugado en el PSG, Olympique de Lyon y Bayern Múnich.

Hanna Bennison: Suecia. (Lomma, 2002). Centrocampista. Con su selección ganó la medalla de plata en los Juegos de Tokio.

Bella Andersson: Suecia. (Estocolmo, 2006). Central. En su palmarés figuran una Liga y una Copa de Suecia.

Merle Frohms: Alemania (Celle, 1995). Portera. Jugó en el Wolfsburgo. Ganadora de dos Champions y cuatro Bundesligas.