Todo el mundo se pregunta por qué Corea del Norte envía soldados a Rusia: un experto tiene la respuesta

Corea del Norte ha vuelto a mover ficha en la guerra de Ucrania. Una delegación de altos cargos militares norcoreanos partió este lunes hacia Moscú para ultimar el envío de nuevos soldados al frente oriental, según revela la televisión pública alemana Deutsche Welle (DW). En concreto, Kim Jong-un se ha comprometido a desplegar al menos 6.000 ingenieros y operarios militares en la región rusa de Kursk, fronteriza con Ucrania, en una operación que subraya el creciente peso de Pyongyang en el conflicto.

El intercambio no es gratuito: Corea del Norte ya ha proporcionado más de 10 millones de proyectiles de artillería y misiles a Rusia, según el Servicio Nacional de Inteligencia surcoreano (NIS), a cambio de combustible, alimentos y tecnología militar avanzada. La maquinaria de cooperación bilateral no para. Moscú necesita hombres y Pyongyang necesita recursos y reconocimiento. “Ambos están obteniendo exactamente lo que quieren con este acuerdo”, explica Yakov Zinberg, profesor de Relaciones Internacionales en la Universidad Kokushikan de Tokio.

“En Rusia ya nadie quiere otra movilización”

El Kremlin, golpeado por cientos de miles de muertos y heridos, rehúye extender el reclutamiento forzoso a las grandes ciudades. “No quieren tocar Moscú ni San Petersburgo, porque eso podría poner en peligro el régimen de [Vladimir] Putin en esos núcleos”, advierte Zinberg. Y añade: “Cuando el Gobierno anuncia que se mandarán otros 6.000 norcoreanos al frente, los rusos respiran aliviados porque saben que están a salvo. Así que enviar norcoreanos ayuda al régimen de Putin”.

Pyongyang, por su parte, no pierde la ocasión de hacer propaganda. Este lunes, la televisión estatal norcoreana difundió imágenes de Kim Jong-un colocando una bandera del país sobre un ataúd en una ceremonia por la repatriación de supuestos soldados muertos en combate. Solo aparecían seis féretros, pero fuentes de inteligencia occidentales elevan a 6.000 los norcoreanos muertos, heridos o capturados de entre los aproximadamente 11.000 desplegados hasta ahora. En otro acto celebrado el sábado en Pyongyang junto a una delegación rusa, con motivo del primer aniversario del pacto militar firmado entre Kim y Putin, el líder norcoreano incluso apareció llorando en pantalla.

Mano de obra y músculo militar para Rusia

Ra Jong-yil, exdiplomático y alto funcionario de inteligencia surcoreano, coincide con la lectura estratégica: “La razón fundamental por la que Corea del Norte acepta enviar más tropas son las bajas que ha sufrido Rusia en el frente”. Según este experto, parte de los efectivos también se emplearán para reconstruir infraestructuras en zonas ocupadas. “Los soldados norcoreanos están acostumbrados a ese tipo de tareas, porque también se usan así en su país”.

Más allá del campo de batalla, el régimen de Kim saca rédito político. “Les gusta el estatus que les da ser amigos de Rusia”, señala Zinberg. “Y creo que seguirán cerca de Moscú incluso después de que termine la guerra, ofreciendo tropas y trabajadores, porque saben que eso puede traerles recompensas que ayudan a apuntalar el régimen y asegurar su continuidad”.

Además, la presencia de soldados norcoreanos no solo tranquiliza a los rusos: también busca meter presión a Occidente. Zinberg lo resume así: “La idea es extender el miedo entre los aliados europeos de Ucrania, que confiaban en que Rusia se quedase pronto sin hombres ni material. Y con un aliado con armas nucleares en Asia oriental, Estados Unidos, Corea del Sur y Japón también tendrán que andarse con ojo”.