Sabrina Carpenter y Haim enamoran en la segunda jornada del Primavera Sound

Los integrantes del cartel de la segunda jornada del Primavera Sound tenían por delante la difícil labor de superar las emociones generadas la noche previa por Charli xcx y Troye Sivan. Mano a mano, montaron una fiesta de cumpleaños -el de él, concretamente- a la que todo el mundo estaba invitado. Incluida Chappell Roan que, aunque no actúa hasta el sábado, ya revoloteaba por las zonas VIP del evento. Su cameo en el show vía pantalla gigante para bailar la coreografía de Apple se hizo viral en las redes sociales en menos de lo que dura un pestañeo.

La corona de este viernes estaba reservada para Sabrina Carpenter, cuyos seguidores se prepararon para la ocasión con atuendos lenceros en tonos pastel como los que ella luce a veces. Sería injusto no hacer una mención especial a los Carolina Durante, que habrían sido sólidos candidatos a la monarquía si no hubiesen coincidido en hora con la descendiente estético-musical de Dolly Parton. Mucha gente se quedó con ganas de corear Normal, ese exitazo indiscutible, por dar preferencia a la opción internacional

Sin ninguna duda, las expectativas de los fans de la artista norteamericana se cumplieron y con creces. No solo cantó Manchild, la nueva canción que publicó este pasado cinco de junio, sino que no se dejó triunfo por repasar: Good Graces, Because a Boy, Juno, Espresso, Feather y hasta una versión de It’s Raining Men -Hallelujah!– de The Weather Girls. Todo esto con sus correspondientes decorados cambiantes y vídeos introductorios al estilo de la teletienda de los años 70. Ella, vestida de diva total con su correspondientes lentejuelas y botas blancas, no paró ni un minuto de moverse y de intentar dialogar con el público entregado de las primeras filas. Menos por los cinco minutos de retraso en salir al escenario, todo funcionó como un reloj de maquinaria bien engrasada.

Si esto fuese una película americana de instituto, Carpenter sería la jefa de las animadoras y las hermanas de Los Ángeles las alternativas cool. Ellas, que también tenían a su público expectante porque presentaban en primicia su nuevo disco I Quit, fueron las lideresas del final de la tarde. Su cuarto trabajo llega, precisamente, cuatro años después del aplaudido Women in Music Pt. III, con el que consiguieron una nominación al mejor disco del año en los Premios Grammy. Pero, aunque hasta el 20 de junio no se podrá escuchar al completo, los fans pudieron aprenderse para la cita de Barcelona cuatro de los cortes que han publicado por adelantado: Down To Be Wrong, Everybody’s trying to figure me out, Relationships y Take Me Back. La última tiene todos los puntos para convertirse en éxito-indie veraniego, aunque una buena parte de los presentes ya se sabían al dedillo la letra de Relationships: «creo que estoy enamorada, pero no soporto las malditas relaciones». Toma himno intergeneracional.

Danielle, Alana y Este empezaron por todo lo alto con The Wire, un hit del disco de 2013 Days Are Gone. Una pena que, como ya ha ocurrido otras veces en los escenarios grandes del Fòrum (los de Mordor, como se les conoce popularmente entre los festivaleros del Primavera) el sonido no les hiciese justicia. En medio de un público parlanchín -algunos habían ido a pillar buena posición para ver a Carpenter y no estaban muy interesados en Haim- costaba entender las canciones y mucho más las breves frases que dirigieron al público. Aún así, fue posible un karaoke, aunque tibio, en Don’t Wanna, Summer Girl, Gasoline y The Steps con Danielle a la batería. Un instrumento con el que también se atrevieron las otras integrantes de la banda familiar, con una Alana que lo dio todo con las baquetas en ristre. Aunque no siempre se las ha valorado como se merecían, ahora mismo ya no hay duda de su solvencia a todos los niveles.

Previamente en la jornada, Tramhaus reunió a un buen número de asistentes, que aplaudieron temas como I Don’t Sweat o Beech. Ellie Rowsell, cantante de Wolf Alice, alardeó de voz -gorgoritos incluidos- en un show al atardecer en el que sonaron Bloom Baby Bloom, The Sofa, Bros e incluso los primeros acordes del Seven Nation Army de The White Stripes. Las melodías envolventes del dream pop de Beach House -que ya habían tocado el día anterior en la sala Razzmatazz con problemas técnicos- puede que no fuesen la opción más estimulante para una noche de viernes en un festival, pero canciones como Girl of the Year o Space Song hicieron de interludio perfecto entre las hermanas californianas y Sabrina Carpenter, la supernena rubia que hoy defendió su título con la profesionalidad que se espera de una megaestrella del pop.