El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha insinuado acortar el plazo de alto el fuego de 50 días que le dio a Vladimir Putin, su homólogo ruso, cuyas fuerzas no muestran señales de disminuir sus esfuerzos para capturar un centro logístico en la región oriental ucraniana de Donetsk.
Trump sugirió el viernes que se podrían imponer sanciones secundarias contra Rusia antes del plazo de siete semanas que anunció este mes, lo que fue criticado por algunos por dar a Putin demasiado margen de maniobra para continuar su ofensiva de verano.
Cuando se le preguntó el viernes si Estados Unidos podría imponer sanciones secundarias a Rusia antes del plazo de 50 días, Trump respondió: «tal vez».
Yuriy Boyechko, director ejecutivo de Hope for Ukraine, declaró a la revista norteamericana Newsweek que Putin está intentando ganar el máximo terreno posible antes de la fecha límite. Otros analistas han afirmado que ni a Rusia ni a los mercados financieros les preocupa el cronograma de Trump.
Trump dijo el 14 de julio que si Putin se negaba a poner fin a la guerra en 50 días, o antes del 2 de septiembre, Rusia enfrentaría aranceles secundarios «severos» que podrían dañar los ingresos que apoyan su maquinaria de guerra, en particular los relacionados con las exportaciones de petróleo a India y China.
Pero desde esos comentarios, Rusia no ha cedido en sus ataques con misiles y aviones no tripulados contra Ucrania, ni ha detenido su avance en el campo de batalla, lo que plantea dudas sobre si Trump le ha dado a Putin una ventana de siete semanas para continuar la ofensiva de verano.
Durante una reunión en la Casa Blanca con el secretario general de la OTAN, Mark Rutte, a mediados de julio, Trump expresó su descontento con Moscú y advirtió sobre aranceles del 100% a los países que hacen negocios con Rusia si no se llega a un acuerdo en 50 días. El presidente de Estados Unidos también anunció que Ucrania recibiría más misiles de defensa aérea Patriot y otras armas pagadas por los aliados de la OTAN en Europa, en lo que pareció su postura más dura contra Putin.
Pero desde ese anuncio, los ataques de Rusia a las ciudades ucranianas y su avance en el campo de batalla continuaron sin cesar.
El Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW) dijo el viernes que las fuerzas rusas probablemente capturaron Novoekonomichne, al noreste de Pokrovsk, en un esfuerzo por envolver el centro logístico en la región de Donetsk, lo que podría permitirle avanzar más al oeste hacia Dnipro.
El grupo de expertos dijo que las fuerzas rusas también habían avanzado hacia el noroeste de Kupiansk en la región de Járkov, también con el objetivo de envolver la ciudad y complicar la capacidad de Ucrania para abastecer posiciones allí.
Boyechko, fundador de Hope for Ukraine, que ayuda a las comunidades atrapadas en la primera línea de la guerra, dijo a Newsweek que Putin está tratando de ganar tanto territorio como pueda antes de la fecha límite de Trump. El presidente ruso se concentra ahora en ocupar parte de las regiones de Sumy, Járkov y Dnipro que, mediante referendos falsos, más tarde podrá reivindicar como parte de Rusia, afirmó.
Boyechko predijo que las próximas semanas serán muy difíciles para Ucrania, ya que Putin hará todo lo posible para avanzar antes de septiembre. «Los rusos están atacando objetivos civiles con una intensidad que no hemos visto desde el comienzo de la guerra», declaró.
El vicealmirante retirado estadounidense Robert Murrett dijo que desde el anuncio de Trump hay poca evidencia de que Putin y el Kremlin hayan modificado sus demandas maximalistas: territorio ucraniano, desarme y ausencia de garantías de seguridad.
Pero ni Rusia ni los mercados financieros parecieron estar demasiado preocupados por el plazo de 50 días para sanciones adicionales de Estados Unidos, dijo Murrett, subdirector del Instituto de Política de Seguridad y Derecho de la Universidad de Syracuse, al mismo medio estadounidense.
A pesar de que Estados Unidos anunció armas adicionales a Ucrania principalmente a través de aliados europeos, el Kremlin todavía está convencido de que las condiciones sobre el terreno están trabajando a su favor y no está interesado ni siquiera en un alto el fuego, independientemente de la voluntad de Kiev para ello, agregó Murrett.
En la tercera ronda de conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia, celebrada en Estambul el 23 de julio, Moscú volvió a rechazar un alto el fuego total. Ucrania propuso una cumbre entre el presidente Volodímir Zelenski y Putin antes de finales de agosto, una propuesta que el Kremlin aún no ha aceptado.
Aurélien Colson, codirector académico del Instituto de Geopolítica y Negocios ESSEC, dijo a Newsweek que Trump le había dado luz verde a Putin para continuar librando la guerra en Ucrania durante 50 días más. Trump ya ha amenazado a Rusia con sanciones o aranceles si Putin no pone fin a la guerra en Ucrania. «Putin lo ignoró siempre, y Trump no hizo nada al respecto, siempre. Hay un patrón aquí, y se repetirá», añadió Colsen.
Pushan Dutt, profesor de economía y ciencias políticas en INSEAD, dijo que, dadas las promesas anteriores de Trump de poner fin a la guerra dentro de las 24 horas siguientes a asumir el cargo, «estos plazos no solo son fungibles sino también muy poco confiables». Sin embargo, incluso si Rusia hace un esfuerzo concertado, el éxito no está garantizado, dados los pequeños avances logrados desde enero de 2024 a un alto costo en tropas y equipo.
El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró el viernes que es improbable que se celebre una cumbre entre Zelenski y Putin en 30 días. Mientras tanto, el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, afirmó que hablará con Trump y Putin sobre la posibilidad de convocarlos a conversaciones en Turquía, aunque la atención estará puesta en Trump para determinar si acorta el plazo de 50 días.