El ministro de Economía de Rusia, Maxim Reshétnikov, ha admitido este jueves que el país se encuentra al borde de una recesión, a pesar del optimismo mostrado por el presidente ruso, Vladímir Putin, durante los últimos meses. «Las cifras muestran un enfriamiento y la percepción actual sugiere que ya estamos al borde de una recesión», ha afirmado durante el Foro Económico Internacional que tiene lugar estos días en San Petersburgo (SPIEF).
Reshétnikov explica que «el número de empresas en riesgo está aumentando» y dependerá de las próximas decisiones que tomen los responsables del desarrollo económico del país, sobre todo acerca de la política monetaria, pero también de la propia percepción por parte del sector empresarial.
Recursos agotados: «Debemos pensar en un nuevo modelo económico»
El ministro también le ha pedido «un poco de cariño por la economía» a la directora del Banco Central ruso, Elvira Nabiúlina, quien ha mantenido una dura política de altos tipos de interés con el objetivo de bajar los altos índices de inflación que asolan al país.
Por su parte, Nabiúlina ha confesado que muchos recursos para el crecimiento del actual modelo económico ruso se han agotado.
«Hemos crecido a un ritmo bastante alto durante dos años gracias a la libertad en el uso de recursos, entre ellos la fuerza laboral, la capacidad de producción, la sustitución de las importaciones, así como los recursos acumulados del presupuesto del Fondo Nacional del Bienestar, y la reserva del capital bancario que sirvió de base para la aceleración de los préstamos emitidos. Debemos comprender que muchos de estos recursos se han agotado, por lo que debemos pensar en un nuevo modelo económico«, ha afirmado.
Mientras tanto, el ministro de Finanzas, Antón Siluánov, ha expresado que el actual modelo todavía es viable: «Vivimos en un mundo complejo. Rusia crece a un ritmo notable mientras nos rodean las sanciones, y ahora ustedes hablan de cambiar el modelo económico. Debemos centrarnos en la soberanía tecnológica. El modelo actual funciona». Reshétnikov, en cambio, aboga por cambios moderados
Al resonar repetidas veces la palabra «enfriamiento» de la economía, el ministro de Finanzas ha defendido que «después del enfriamiento viene el verano«.
Falta de inversión
Actualmente, la economía rusa se ha estancado por la falta de la inversión en el país, consecuencia de los altos tipos de interés, que este mes bajaron de un 21% a un 20%, que también ha provocado la quiebra de una importante cantidad de empresas que no podían solicitar créditos.
Hoy mismo, el portavoz de la dirección del banco estatal ruso, Sberbank, Anatoli Popov, ha declarado que las inversiones en el país se reavivarían si los tipos de interés se reducen a entre un 12% y 14%.
Putin se ha mostrado optimista en las últimas comparecencias en las que ha tratado sobre la economía del país y, aunque admitió recientemente que este año sería menor que el anterior, siempre ha hablado de crecimiento y resistencia a las sanciones internacionales impuestas tras el inicio de la guerra de Ucrania en 2022.
A finales de mayo alardeó de que Rusia «ocupa el cuarto lugar a nivel mundial en términos de paridad de poder adquisitivo», en lo que volvió a insistir esta madrugada en un encuentro con representantes de las mayores agencias internacionales, entre ellas.