La Renta 2024 trae consigo una serie de beneficios fiscales que los mayores de 65 años pueden aprovechar para reducir su carga tributaria. Con una serie de deducciones y exenciones específicas para este colectivo, se busca facilitar el proceso de declaración y aliviar los impuestos que deben abonar las personas de mayor edad. Si eres mayor de 65 años o conoces a alguien en esta situación, es fundamental entender cómo aplicar estas ventajas fiscales para optimizar la declaración de la renta.
Entre los beneficios más destacados se encuentran las exenciones en las ganancias patrimoniales, especialmente en la transmisión de la vivienda habitual, y las reducciones en la base imponible para los rendimientos del trabajo o las pensiones. Además, algunos municipios y comunidades autónomas ofrecen deducciones adicionales, lo que hace que la situación fiscal de cada contribuyente mayor de 65 años pueda variar según su lugar de residencia.
Entender estos beneficios no solo facilita la declaración de la renta, sino que también garantiza que los mayores de 65 años puedan aprovechar al máximo las ventajas fiscales disponibles para ellos. Desde deducciones por la pensión hasta reducciones en los rendimientos del ahorro, cada aspecto de la normativa tiene un impacto directo en la cantidad de impuestos que se deben abonar.
Incremento del mínimo personal y familiar
El mínimo personal es una cantidad que se resta de la base imponible y reduce la cantidad que se paga en impuestos. Para 2024, las personas mayores de 65 años pueden beneficiarse de un incremento de 1.150 euros, elevando su mínimo personal a 6.700 euros anuales. Los contribuyentes mayores de 75 años, además, tienen un incremento adicional de 1.400 euros, lo que eleva su mínimo personal a 8.100 euros anuales.
Este incremento tiene como objetivo reconocer las necesidades adicionales que pueden surgir con la edad. La cantidad no tributa y ayuda a reducir la base imponible, lo que reduce el importe a pagar en la declaración de la renta. En caso de hacer una declaración conjunta, el incremento del mínimo por edad también se aplica al cónyuge que cumpla los requisitos de edad.
Para más detalles sobre este beneficio fiscal, se puede consultar la guía de la Agencia Tributaria.
Exención de ganancias patrimoniales por transmisión de la vivienda habitual
La exención de ganancias patrimoniales por transmisión de la vivienda habitual permite a las personas mayores de 65 años vender su vivienda principal sin pagar impuestos sobre las ganancias obtenidas. Esto se aplica si se vende la casa por dinero, se intercambia por una renta vitalicia o si se transfiere la propiedad manteniendo el usufructo vitalicio.
Los requisitos principales son:
Si las ganancias de la venta se reinvierten en una nueva vivienda habitual dentro de un plazo determinado, también pueden estar exentas de impuestos.
Exención de prestaciones públicas y ayudas
La exención de prestaciones y ayudas significa que las personas mayores de 65 años no tienen que pagar impuestos por ciertas ayudas que reciben, como las destinadas a cuidados o discapacidad, para apoyar su bienestar económico.
Están exentas en el IRPF diversas prestaciones y ayudas públicas, como:
Reducción de la base imponible por rentas del trabajo
Los rendimientos del trabajo de personas mayores de 65 años pueden beneficiarse de una reducción en la base imponible. Esta reducción varía según el tipo de rendimiento:
Deducciones por familiares a cargo
Si el contribuyente tiene ascendientes o descendientes a su cargo, pueden aplicarse deducciones adicionales:
Ascendientes mayores de 75 años: la deducción asciende a 1.400 euros bajo las mismas condiciones.
Exención de cantidades por hipoteca inversa
La hipoteca inversa permite a las personas mayores de 65 años convertir parte del valor de su vivienda en dinero, sin necesidad de venderla. Los pagos recibidos por esta hipoteca no se consideran ingresos y no tributan en el IRPF, por lo que no se deben declarar como rendimientos. Tampoco generan ganancias patrimoniales porque no se realiza una venta de la vivienda.
Los intereses y gastos de la hipoteca inversa se acumulan y se reembolsan cuando la vivienda se vende, generalmente al fallecer el titular o cuando se traslada a una residencia. Es importante que los herederos conozcan las condiciones de la hipoteca, ya que la deuda podría reducir el valor de la herencia.