Yulia Sokolovska ha sido nombrada este lunes como nueva embajadora de Ucrania en España por el presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, en el marco de una amplia reorganización del servicio diplomático ucraniano. Llega en sustitución de Serhi Pohoreltsev, que ocupaba el cargo desde 2020 y que ahora representará a Ucrania en México.
Pero el nombramiento de Sokolovska no es solo un cambio de nombres, sino que marca un hito, pues es la primera mujer en ocupar este puesto en Madrid desde que Ucrania proclamó su independencia en 1991. Su perfil técnico, su experiencia en reformas estructurales y su trayectoria dentro del aparato estatal hacen de ella una figura clave en la diplomacia ucraniana en un momento marcado por el conflicto con Rusia y la necesidad de estrechar vínculos internacionales.
Actualmente asesora en la oficina presidencial, Sokolovska fue ministra de Política Social entre 2019 y 2020, bajo el mandato del entonces primer ministro Oleksi Honcharuk. Desde ese puesto impulsó la modernización del sistema de protección social ucraniano y participó en proyectos internacionales centrados en la reforma sanitaria, con el apoyo de organizaciones como el Banco Mundial y UNICEF.
Nacida el 12 de abril de 1985 y economista de formación, se graduó con honores en 2007 en la Universidad Nacional de Economía de Kiev y completó una segunda carrera en la Academia Nacional de Administración Pública en 2016.
Inició su carrera profesional en el sector privado en 2007, pero desde 2009 ha ocupado responsabilidades en diversos niveles del gobierno ucraniano: desde la administración de Kiev hasta el Ministerio de Finanzas, donde dirigió el departamento de gastos sociales, o la Secretaría del Gabinete de Ministros, a cargo de la planificación estratégica.
El Gobierno ucraniano destaca que Sokolovska habla inglés con fluidez y ha cursado programas de formación en Austria, Bulgaria y Estados Unidos, centrándose en políticas públicas, integración europea y sistemas de salud. No está casada ni tiene hijos.
Ahora, Sokolovska aterriza en España con el reto de profundizar los lazos entre ambos países en los ámbitos diplomático, económico y humanitario, y con la responsabilidad de representar los intereses de un país que atraviesa su mayor desafío en décadas.