Putin ordena a trabajadores de servicios públicos vigilar los tejados de edificios para salvar el desfile del Día de la Victoria

El Kremlin ha puesto a mirar al cielo a los trabajadores de mantenimiento de Moscú. A pocos días del desfile del Día de la Victoria, uno de los eventos más simbólicos del calendario ruso, las autoridades han ordenado a los empleados del servicio público “Zhilishchnik” que suban a los tejados de los edificios residenciales con prismáticos para vigilar el espacio aéreo ante posibles ataques con drones.

La medida forma parte de un despliegue exprés que combina personal civil, unidades policiales y equipos antidron, justo después de que varias oleadas de artefactos no tripulados alcanzasen objetivos estratégicos en plena capital rusa. Según ha informado United24 Media, que cita al medio ruso ASTRA, los encargados de las brigadas de mantenimiento ya han distribuido prismáticos entre los trabajadores y les han asignado turnos extra para controlar la situación desde los tejados.

«Todo el mundo tiene que mirar al cielo»

En el sur de Moscú, uno de los operarios ha contado que los jefes de zona recibieron los prismáticos y mandaron a sus equipos a los tejados sin más indicaciones que una: vigilar. “A todo el mundo le han dicho que mire al cielo y busque drones”, ha explicado. El problema, admite, es que no hay protocolo si aparece uno. Lo único que saben es que, si ven algo, deben llamar al número de emergencias, el 112.

En el este de la ciudad, la escena se repite con un matiz: allí ya han desplegado equipos antidron en los áticos y se han organizado patrullas conjuntas con la policía. Otro empleado ha confirmado que llevan tres días haciendo horas extra y que incluso los porteros de finca han recibido prismáticos. Todo el dispositivo se mantendrá activo al menos hasta el 9 de mayo, cuando está previsto que se celebre el desfile militar.

Ese refuerzo llega tras una noche especialmente intensa. Entre el 6 y el 7 de mayo, una ofensiva aérea ucraniana provocó el cierre temporal de varios aeropuertos de Moscú, incluido Vnukovo, la principal puerta de entrada de las delegaciones extranjeras. Según las autoridades rusas, ese ataque incluyó el lanzamiento de 447 drones y misiles contra bases aéreas, fábricas de armamento e infraestructuras clave en el corazón del país.