Este martes ha fallecido a los 70 años Jorge Martínez, líder y cantante de Ilegales, en el Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA), en Oviedo, donde llevaba varias semanas ingresado por un cáncer que el pasado septiembre le obligó a cancelar todos sus conciertos, han confirmado fuentes de su discográfica.
La formación asturiana, con más de cuatro décadas de trayectoria en los escenarios, es uno de los grandes clásicos del rock punk español. Y uno de los grupos que mejor retrató la crisis industrial en la que Asturias lleva inmersa en las últimas décadas. Gran parte de esta temática estaba presente en el último álbum que Jorge Martínez había presentado juntos a Ilegales el pasado mes de marzo: Joven y Arrogante. Ese era el decimotercer álbum de estudio del grupo, cuya gira promocional tuvo que cancelar a causa ya de su enfermedad.
La banda recalcaba tras la cancelación de la gira que la decisión, «tan difícil como inevitable», respondía exclusivamente a la necesidad de que Jorge Martínez concentrase todas sus energías en la recuperación. Ese anuncio se produjo el pasado 19 de septiembre y apenas dos meses y medio después se ha confirmado el fallecimiento del cantante tras no superar el tratamiento contra el cáncer al que se venía sometiendo.
En los últimos meses, Ilegales ya había tenido que cancelar varias actuaciones por esta situación, entre ellas el concierto previsto para el día 14 de septiembre en las fiestas de San Mateo en Oviedo. «Hoy más que nunca es momento de poner la salud por delante de todo», señalaba la nota de prensa difundida en aquel momento.
La figura de Jorge Martínez siempre había sido una de las más reconocidas del rock español, siempre ataviado con boina y camperas de caña baja como «los verdaderos rockeros» como se encargaba de reconocer en cada interacción. Porque todo en su vida estaba atravesado por el rock and roll. De hecho, dormía siempre junto a su guitarra para que cuando a mitad de la noche una melodía o una canción se cruzaba por su mente poder apuntarla de inmediato. El cantante de Los Ilegales era un adicto a los detalles técnicos de la producción, hasta el punto de tener un estudio en la parte baja de su casa, en el municipio asturiano de Las Caldas, en mitad del bosque. Allí había recuperado un antiguo amplificador Vox y en los últimos años se había esforzado para conseguir una American Vintage II 1966 Jazzmaster de Fender.
«Una novia me dejó porque me despertaba cinco o seis veces por la noche a tocar. ‘Me voy a casa de mi madre porque así no se puede, Jorge’, me dijo», relataba el cantante en la última entrevista que había concedido a este diario en febrero de este mismo año para promocionar el último disco de su banda. Joven y Arrogante seguía la línea de sonido que siempre ha caracterizado al grupo, el rock puro que Jorge descubrió de la mano de Elvis Presley, de los Beatles o de Los Bravos. Pero en su casa se podían encontrar los vinilos de casi cualquier grupo que coqueteara con cualquier género que sonara mínimamente a rock.
Nacido en una familia noble de Asturias, la vida de Jorge Martínez siempre discurrió en la dirección opuesta lo que pretendían en su casa. Empezó los estudios de Derechos, pero los desechó porque lo que realmente le interesaba era tocar la guitarra, cantar y liarla sobre un escenario. Probó lo que era tocar en la calle, también en orquestas, pero desde los años 80 siempre estuvo al frente de Los Ilegales. Cuatro décadas de rock and roll, peleas, juergas infinitas y una vida al límite de la que siempre sachó pecho. El titular que encabezaba la última entrevista que concedió a este periódico así lo atestiguaba: «Soy bastante criminal, he vivido siempre por el método suicida y he visto la muerte de cerca, pero la vida me acuna como a su bebé».
