Putin visita a un aliado, y no es Bielorrusia. Esta semana, Rusia y Mongolia celebraron su primer Foro de Regiones en Irkutsk, con más de 300 participantes firmando acuerdos en comercio, energía y transporte. La prensa estatal rusa llegó a describirlo como «la institucionalización de una nueva etapa» en las relaciones bilaterales, en pleno conflicto en Ucrania y tensión con Europa y la OTAN.
El encuentro culmina un año de integración acelerada. Mongolia firmó en junio un acuerdo de libre comercio con la Unión Económica Euroasiática (UEE) y en septiembre abandonó su estatus de observador en la Organización de Cooperación de Shanghái para centrarse en la cooperación trilateral con Rusia y China.
Para los gobiernos occidentales, el país se ha convertido en un caso de estudio sobre efectos no previstos: las mismas sanciones diseñadas para aislar a Moscú han terminado encerrando a Mongolia, sin salida al mar y dependiente de rutas que pasan por territorio ruso.
El aislamiento comercial: “las empresas occidentales se niegan a enviar contenedores a través de Rusia”
Mongolia equilibraba hasta 2022 sus relaciones usando ferrocarriles rusos para acceder a clientes europeos. La invasión de Ucrania rompió ese esquema. Según el portal Politico, las sanciones provocaron que «las empresas de logística occidentales se nieguen a enviar contenedores a través del territorio ruso», con costes de seguro disparados y mercancías retenidas en fronteras.
El golpe se amplificó con la dependencia energética: Mongolia importa el 95% de su petróleo de Rusia, según Politico. Cuando Moscú impuso restricciones a la exportación en 2023 y 2024, el país vivió una crisis inmediata, especialmente en su sector minero. Sin acceso a puertos de aguas profundas, no existe alternativa viable.
El UB Post recordaba en septiembre de 2025 que los productos petrolíferos representaban el 18,3% de las importaciones totales de Mongolia, reforzando la vulnerabilidad estructural del país.
El acuerdo con la UEE: alivio temporal o una trampa a largo plazo
El foro de Irkutsk celebró ese Acuerdo de Libre Comercio Provisional con la UEE, firmado en junio de 2025. El pacto, de tres años, cubre 367 categorías de productos y abre acceso sin aranceles a 200 millones de consumidores.
Pero, mientras Moscú lo vende como victoria estratégica, muchas empresas mongolas lo ven como un riesgo. Cuando el acuerdo se anunció en diciembre de 2024, pero firmó el acuerdo igualmente en junio de 2025.
2025 fue un año convulso para Ulán Bator. Publicaciones en redes sobre el lujoso estilo de vida del hijo del primer ministro provocaron protestas juveniles y 80.000 firmas pidiendo su dimisión. El acuerdo con la UEE se firmó en pleno caos político, y otro primer ministro sería destituido en octubre. Mientras tanto, los grupos empresariales quedaron relegados a un segundo plano.
Lo que Moscú no menciona: caída del PIB, aumento masivo de importaciones y menos ingresos públicos
Un estudio de la Escuela de Negocios de la Universidad Nacional de Mongolia, citado por The Diplomat, proyecta un 6,1% de crecimiento del PIB para 2028, aumento de 117% en importaciones y un descenso del 3,2% en ingresos públicos. Sectores clave como alimentos y textiles sufrirían la presión de productos rusos y kazajos más baratos y fuertemente subsidiados.
En contraste, Mongolia mantiene relaciones desiguales con otros socios: Global Voices recuerda que las exportaciones de Japón a Mongolia se duplicaron de 300 a 600 millones de dólares, mientras que las mongolas solo crecieron de 15 a 18 millones.
La dependencia estructural: ferrocarril, energía… y política exterior
La columna vertebral logística del país, el ferrocarril de Ulán Bator, sigue siendo una empresa conjunta al 50% con Rusia. Moscú controla la mitad del sistema que permite mover más del 90% de las mercancías del país.
Esa dependencia quedó clara cuando Putin visitó Ulán Bator en 2024. Mongolia, pese a ser miembro de la CPI, no ejecutó la orden de arresto. El presidente Zelensky criticó públicamente la decisión, al afirmar que el comportamiento mongol «indica una falta de toma de decisiones independiente».
