El Real Madrid ha decidido no acudir al entrenamiento y a la rueda de prensa oficial previa a la final de la Copa del Rey en La Cartuja tras los comentarios de De Burgos Bengoetxea y González Fuertes en la comparecencia de los árbitros de esta mañana… Pero ha anunciado, ante las dudas y rumores surgidos durante la tarde del viernes, que se presentará este sábado al encuentro ante el Barcelona. «Nuestro club nunca se ha planteado renunciar a jugar la final», dice el comunicado del conjunto blanco.
«Nuestro club entiende que las desafortunadas e inapropiadas declaraciones de los árbitros designados para este partido, efectuadas 24 horas antes de la final, no pueden manchar un acontecimiento deportivo de trascendencia mundial que verán cientos de millones de personas y por respeto también a todos los aficionados que tienen previsto su desplazamiento a Sevilla, y a todos aquellos que ya están en la capital andaluza», dice la nota del club.
El Madrid, eso sí, insiste en «la hostilidad y la animadversión que hoy han quedado de manifiesto, una vez más contra nuestro club, por parte de estos árbitros designados para la final».
La decisión histórica del conjunto blanco de no presentarse a la previa llegó en protesta a las declaraciones de Ricardo de Burgos Bengoetxea y Pablo González Fuertes, árbitro de campo y árbitro de VAR en el clásico. Con rabia y una amenaza, la de Pablo, y con lágrimas, las de Ricardo, al analizar la situación actual del colectivo, atacado «por los actores del fútbol español» y con el foco en los famosos vídeos de Real Madrid Televisión, que cada semana analizan al detalle el rendimiento de los colegiados que dirigen al equipo.
«Hace unas semanas tuvimos una reunión los árbitros profesionales y hay más unión que nunca. Vamos a tener que empezar a tomar medidas más serias de las que se están tomando. No vamos a seguir permitiendo esto». declaró González Fuertes, en referencia a los «ataques» de la televisión del equipo blanco. «En pocas fechas posiblemente tengáis noticias de lo que va a venir. Que no os quepa duda. Esta plantilla junto al CTA va a hacer historia», insistió. ¿Una huelga? «Pronto tendréis noticias», añadió.
«Una diana en la cabeza»
Sobre la mesa, los vídeos de RMTV y las críticas de clubes y jugadores en redes sociales. «La verdad que estos vídeos me resultan indiferentes», dijo De Burgos, pero González Fuertes fue muy contundente. «Estamos viendo todas las semanas, desde hace tiempo, a cuentas de redes anónimas que insultan y amenazan sin ningún tipo de control. Community managers que están constantemente atacando por un like, comunicados, actuaciones por parte de los actores del fútbol que dan pie a pensar que no somos honestos…», explicó.
El colegiado, que mañana será el responsable de la sala VOR, aludió a las consecuencias de esas críticas en el fútbol base. «El problema es la consecuencia, cuando hablamos de comunicadores, de periodistas que hablan de robo, de palabras malsonantes, lo que conlleva es que el aficionado paga esa frustración el domingo por la mañana con el niño y la niña que cogen un silbato y tienen que pitar en categoría infantil. Esa es la consecuencia de poner una diana en la cabeza. Tenemos que atajar esas actuaciones y volver a un fútbol limpio», reivindicó.
González Fuertes hizo un llamamiento «a todos los actores del fútbol». «Entrenadores, directivos, jugadores, las cartas, los comunicados, los tuits, los vídeos… Creo que nos equivocamos en el camino. Un día vamos a tener un problema de verdad, ¿quién se va a hacer responsable? Necesitamos dar una vuelta a esa situación de beligerancia con el estamento arbitral».
Declaraciones «inadmisibles»
La rueda de prensa de los árbitros sorprendió a la expedición del Real Madrid en Valdebebas, donde esta mañana entrenaron. Sobre la una y media de la tarde, mientras se preparaban para ir a Barajas, De Burgos Bengoetxea y González Fuertes comparecían en La Cartuja.
Ante las palabras de los colegiados, fuentes del Madrid consultadas por este periódico consideran que los árbitros están «incapacitados» para dirigir el clásico. En el seno de la organización hay un «asombro por el show«, así lo llaman, de los árbitros, e instan a la Federación a que los invalide para la final. El club espera que sea la propia RFEF quien cambie a los jueces, ante lo que consideran «un conflicto de intereses».
En caso de no presentarse a la final, el Madrid se expondría al castigo regulado en el artículo 80 del Código Disciplinario de la RFEF. Según este texto, en caso de que un equipo no se presente, la final «se disputará entre el otro finalista y el que fue eliminado por el infractor». De igual manera, «el incomparecido o retirado no podrá participar en la próxima edición del torneo».
Asimismo, ni Florentino Pérez ni ningún representante del club se presentaron en la cena institucional, a la que sí acudió Rafael Louzán, presidente de la Federación, Joan Laporta, presidente del Barça, y Luis Medina Cantalejo, presidente del Comité Técnico de Árbitros.
A su llegada a la cita, Medina Cantalejo ofreció una «llamada a la calma», esquivando la pregunta sobre si se jugará o habrá cambio de árbitros. «Hay miles personas desplazadas de toda España para esta fiesta. Vamos a contribuir para que todo salga bien. El CTA y la Federación estamos aquí para que se juegue el partido», aseguró.
Louzán, por su parte, admitió haber hablado con el Real Madrid, aunque tampoco quiso ofrecer más detalles: «He hablado con quien tengo que hablar y no voy a decir nada. Apelo a la responsabilidad para que todo salga bien. Cada uno sabe lo que tiene que hacer», reveló el presidente de la RFEF.
A última hora de la tarde, la entidad blanca emitió un comunicado donde calificaba como «inadmisibles» las manifestaciones de Gonzáles Fuertes y De Burgos Bengoetxea, que «demuestran, una vez más, una clara y manifiesta animadversión y hostilidad de estos árbitros contra el Real Madrid». A juicio del club blanco, estas declaraciones «distan mucho de los principios de equidad, objetividad e imparcialidad que deberían imperar» en la final.
«Ante la gravedad de lo sucedido, el Real Madrid espera que los responsables de la RFEF y del estamento arbitral procedan en consecuencia, adoptando las medidas correspondientes en defensa del prestigio de las instituciones que representan», finaliza el escrito.
Las lágrimas de De Burgos
Esta publicación supuso el último episodio de una larga jornada, marcada también por las lágrimas de De Burgos Bengoetxea, que se emocionó al analizar las consecuencias de los ataques a los árbitros. «Nos estamos centrando mucho en los vídeos de Real Madrid Televisión porque es lo que más repercusión tiene, pero te cuento una situación y me dices. Cuando hay un niño que va al colegio y le dicen que su padre es un ladrón, y viene a casa llorando… Eso es muy jodido, eh», aseguró entre lágrimas.
«Yo intento educar a mi hijo para decirle que su padre es honrado, que quien diga lo contrario se equivoca. Y eso es muy jodido. Yo quiero que mi hijo esté orgulloso y no hay derecho a pasar lo que estamos pasando. Cada uno que haga una reflexión de por dónde queremos ir y lo que queremos del deporte y del fútbol», finalizó.