Mánchester recibe como héroes a sus hijos pródigos Oasis 16 años después

En un día radiante y festivo en Mánchester, más de 80.000 personas recibieron este viernes como héroes a sus hijos pródigos Oasis que actuaron en su ciudad por primera vez en 16 años.

Fans veteranos y de nueva generación se reunieron en esta ciudad del norte de Inglaterra para presenciar el regreso de los hermanos Gallagher y cantar a viva voz éxitos como Wonderwall, Don’t look back in anger o Supersonic.

Medio millar de seguidores esperaban desde tres horas antes de la apertura de puertas para el primero de los cinco conciertos en el Heaton Park, todos ellos con las entradas agotadas.

Algunos tuvieron la suerte de encontrar lugar en la sombra de los árboles, pero otros recurrían a abanicos y pequeños ventiladores para mantenerse frescos en un calor de 30 ºC inusual en esta ciudad.

En el 15º lugar de la cola estaba Lisa, una chica de 23 años que había viajado desde la ciudad francesa de Saint-Etienne con un grupo de amigas. «Fue como la gran oportunidad de nuestras vidas, nunca pensamos que podríamos verlos en directo», afirmó la joven, que llevaba seis horas en la fila.

La ciudad estaba expectante por el Día Oasis desde que los Gallagher (Liam como cantante y Noel como guitarrista) anunciaron el año pasado que habían enterrado el hacha de guerra e iban a reunir de nuevo el legendario grupo de britpop.

Jack Johnson, un estudiante de 17 años que apenas tenía un año cuando la banda se separó tras el enésimo conflicto entre los hermanos, recuerda perfectamente cómo recibió la noticia. «Nos estábamos llamando los unos a los otros: ‘Oh Dios mío, oh Dios mío, ¿qué está pasando?», cuenta. «Todavía estamos asombrados de estar aquí», añade.

Aunque la mayoría recurrían al agua o los helados para mantenerse frescos, algunos empezaron la fiesta horas antes. «Me estoy rehidratando con un poco de ginebra, un poco de vodka y un poco de limonada», afirma Sarah Fisher, una mujer de 45 años de Loughborough, en el centro de Inglaterra. «El calor es un poco demasiado, pero llevo puesta mi loción y mi gorro», bromea.

La atmósfera le recuerda al legendario concierto de 1996 que el grupo dio en el antiguo estadio Maine Road, donde jugaba entonces el Manchester City, y al que asistió siendo adolescente.

«Muy buen rollo»

Se calcula que 400.000 personas asistirán a los cinco conciertos programados en Mánchester. El electricista Alan Clarke, de 50 años, y Paul Smith, de 41, se han conocido en la fila, pero ya son «mejores amigos», afirma el primero. Luce una camiseta de Oasis que compró en un concierto en 1996. «Todavía me va bien, aunque ahora soy más viejo y más gordo», bromea.

El entusiasmo se extiende por toda la ciudad, tomada por los seguidores de Oasis desde 24 horas antes de que los altavoces empezaran a rugir. «Toda la gente está como loca», declara Andre Meyer, que voló desde Hamburgo, en Alemania, para el concierto.

«La ciudad está llena de fans, con muy buen rollo», asegura este hombre cuya larga barba oculta parcialmente su camiseta de Liam Gallagher.

«Voy a llorar»

Y es que los Gallagher son estos días omnipresentes en Mánchester, en carteles colgados por las farolas o en un mural enorme pintado en el barrio Northern Quarter.

Nico, de 28 años, se estaba tomando una foto frente a ese mural. Del concierto, solo daba por segura una cosa: «Voy a llorar», dijo el joven llegado de Los Ángeles.

Para el adolescente Jonah Saw, cantante de una banda local llamada Unit 17, la conexión del grupo con Mánchester lo es «todo». «Salí del vientre de mi madre escuchando Oasis, estoy tan emocionado», aseguró mientras esperaba frente al recinto.

Crecido cerca de Burnage, el barrio de los Gallagher, Shaw se crió con historias de los legendarios conciertos de Oasis que le contaba su padre, que lo acompaña en la fila. El joven confía en poder hacer lo mismo en unos años. «Espero que haya la reunión de los 60 años en unos 30 años y me llevaré a mis hijos, Noel y Liam«, dice entre risas.