La comisión de expertos y expertas del Ministerio de Trabajo ya tiene las propuestas de aumento del salario mínimo para 2026 que le pidió la vicepresidenta Yolanda Díaz. Para que cumpla con la meta de alcanzar el 60% del salario medio neto del país, los especialistas sitúan dos posibilidades: que se incremente un 3,1%, hasta los 1.221 euros brutos al mes, si se mantiene exento de tributación, o que suba un 4,7%, hasta los 1.240 euros brutos mensuales, en el caso de que pague IRPF, como ha adelantado El País y confirman a elDiario.es.
Se trata de los dos escenarios de subida que sitúan este año los especialistas, encargados de señalar al Gobierno cada año cuál es la senda de incremento del SMI para que cumpla con la recomendación del comité de expertos de la Carta Social Europea, que el Gobierno de coalición ha elegido como referencia.
En la actualidad, el salario mínimo interprofesional (SMI) se sitúa en los 1.184 euros brutos al mes, en 14 pagas, tras acumular subidas de un total del 61% desde 2018, cuando Pedro Sánchez llegó a La Moncloa.
Los expertos aún no han presentado su informe públicamente y se prevé que lo hagan mañana viernes, indican varias fuentes a este medio. En el comité asesor están presentes investigadores independientes, miembros de los ministerios de Trabajo, Economía y Hacienda, y de los sindicatos mayoritarios CCOO y UGT. Las patronales no participan por voluntad propia.
Ahora el Gobierno debe decidir el aumento
A partir del dictamen de los especialistas, el Ministerio de Trabajo abre cada año la mesa de diálogo social con los agentes sociales, para intentar alcanzar un acuerdo sobre la subida. Algo que no se ha conseguido salvo en un ejercicio, 2020, y que en esta ocasión tampoco se espera an absoluto, con muchas diferencias entre los empresarios con el Gobierno y con los sindicatos por los fuertes incrementos de este suelo salarial en los últimos años.
En cualquier caso, la decisión de subida del salario mínimo interprofesional es competencia del Ejecutivo, que solo está obligado a consultar a los agentes sociales, pero no a negociar el alza. Su aprobación no tiene tampoco que pasar por el Parlamento, ya que solo requiere de un real decreto.
Así, es el Gobierno de coalición quien tiene que llegar a un acuerdo interno sobre la cifra de aumento del salario mínimo, una decisión que en el pasado ha generado mucho debate –y también conflictos– entre los Ministerios de Trabajo con los de Economía y también Hacienda.
En esta ocasión, como ya ocurrió en 2025, además de la cifra de aumento del SMI, el Gobierno debate si el salario mínimo debería pasar a tributar por primera vez en el IRPF, dado el gran aumento que ha experimentado y por el que cubre cada vez a más población asalariada. El año pasado se alcanzó un acuerdo con una deducción en la declaración de la renta para eximir del pago de este impuesto, pero de cara a 2026 la discusión parece más abierta a que el SMI pueda tributar, una opción que defiende Hacienda y que han reclamado también los sindicatos.
Los sindicatos piden subir un 7,5% y los empresarios, un 1,5%
Los agentes sociales ya han situado públicamente sus demandas respecto a la subida del SMI. Los sindicatos CCOO y UGT presentaron su propuesta a finales de noviembre y pidieron un aumento del 7,5%, 89 euros al mes más, hasta situar el salario mínimo en los 1.273 euros brutos mensuales en 2026, con tributación en el IRPF.
Los representantes mayoritarios de los trabajadores consideran que, una vez garantizado un suelo salarial digno (que sitúan en ese 60% del salario medio neto), no hay justificación para mantener esa exención fiscal. Incluso, que esta puede ser “discriminatoria” con otros trabajadores que ganan un poco más que el mínimo y que sí tributan en el IRPF.
Además, los sindicatos exigen varios cambios en el decreto que regula el salario mínimo y, en especial, que se impida que las empresas absorban la subida a través de ciertos pluses.
Por su parte, las patronales CEOE y Cepyme plantearon esta semana una subida del SMI del 1,5% para 2026, 18 euros más al mes, por debajo de la inflación, situada en el 3% interanual y en una media del 2,7% en los últimos 12 meses. En cualquier caso, este año los empresarios han situado un nuevo argumento sobre el salario mínimo: consideran que el SMI está “sobredimensionado”, que ha subido “más de lo que debería”. En concreto, un 5%, ya que cuestionan la referencia del comité de expertos utilizada para medir el salario medio.
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Corrección: En una versión inicial de este artículo se recogía la propuesta de aumento del 3,2%, pero el dato correcto es del 3,1%.
