Los calcetines del enviado checo para la reconstrucción de Ucrania, Tomáš Kopecny, quien se reunió con el presidente de Ucrania, Volodímir Zelenski, han levantado algunas críticas por parte de Moscú, que se ha tomado el gesto como una ofensa. En la prenda, se observa un dibujo del Kremlin en llamas, «destinados a ser simbólicos en el cuarto año de la guerra de Rusia contra Ucrania».
«Los rusos lanzan misiles sobre ciudades ucranianas y matan a personas inocentes. No se perturban por esa visión. Pero los calcetines ucranianos, que muestran simbólicamente como se vería si sucediera lo mismo en sus propias ciudades, eso los enfureció. Me gustaría que mostraran la misma sensibilidad hacia las ciudades donde son la causa de la destrucción», manifestó Kopecny.
Sin embargo, para el senador ruso Andrei Klimov, vicepresidente del Comité de Asuntos Exteriores del Consejo de la Federación, la acción no fue más que una provocación. «Ahora Kopečný lleva calcetines y ropa interior y mañana vendrá con un corsé. ¿Por qué miramos a estos monstruos como si nuestras vidas dependieran de ellos?», cuestionó el político. «Los enfermos, directos al psiquiatra«, añadió.
Los calcetines fueron diseñados por el fabricante ucraniano Noskar, a un precio de venta de menos de diez euros. «Inventado y hecho con amor en Ucrania. Le da sentido y manifiesto a cada par de calcetines. Te permite enfatizar tu singularidad y hacer una declaración, incluso si estás limitado por el código de vestimenta», recoge en la descripción de sus productos, que actualmente se encuentran agotados en la tienda online.
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