«Habemus papam». Después de que la fumata blanca anunciase este jueves en el Vaticano al nuevo pontífice de la iglesia católica, los ojos de todo el mundo están puestos en el elegido tras el cónclave, el cardenal Robert Francis Prevost, que ha optado por el nombre de León XIV para su papado.
Con su nombramiento han salido a la luz noticias como que fue acusado de encubrir abusos sexuales en la diócesis peruana de Chiclayo, la cual dirigió hasta 2023, aunque desde la propia diócesis han negado estas acusaciones.
El primer discurso desde su balcón del Vaticano dejó entrever su vocación por una iglesia «abierta» y «sinodial«. «Debemos buscar juntos cómo ser una Iglesia misionera, una Iglesia que construye puentes», ha señalado en sus primeras palabras desde la basílica de San Pedro, donde ha ha hecho un llamamiento a la paz y la unidad.
No obstante, aunque muchos auguran que Prevost seguirá la línea continuista de Francisco al ser nombrado por él , en aspectos sociales como la perspectiva sobre el colectivo LGTBIQ+ y el matrimonio igualitario la posición entre ambos es distinta.
Estas son algunas de las ideas de Prevost respecto a algunas de las materias sociales como la inmigración, el cambio climático, la participación de las mujeres en la iglesia o el colectivo LGTBIQ+ que dejan entrever sus ideas.
La «ideología de género» y una condena abierta a lo que llama «estilo de vida homosexual»
Lejos de la posición abierta que mantuvo durante su papado el papa Francisco, quien recibió por primera vez en el Vaticano a personas trans y aprobó la bendición a uniones de personas del mismo sexo, León XIV se mantiene respecto al colectivo LGTBIQ+ en la posición más tradicional de la iglesia, considerándolo «contrario al Evangelio».
De hecho, tras la publicación de la declaración Fiducia supplicans de 2023, concretamente en 2024, Prevost hizo una declaración de que no sería factible su aplicación. «En África, nuestra realidad cultural es muy diferente… no se está rechazando la autoridad doctrinal de Roma, sino que nuestra situación cultural hace que la aplicación de este documento no sea viable», señaló canalizando el supuesto malestar de obispos africanos.
Su mayor muestra de ello fue su discurso en el Sínodo Mundial de Obispos celebrado en 2012, donde calificó que el «estilo de vida homosexual» como contrario a los valores cristianos. «Los medios de comunicación occidentales son extraordinariamente eficaces para fomentar en el público general una enorme simpatía por creencias y prácticas que están en desacuerdo con el Evangelio, por ejemplo el aborto, el estilo de vida homosexual, la eutanasia», señaló, tal y como recoge The Guardian.
En ese mismo discurso calificó al movimiento en favor de los derechos de las personas trans y al colectivo LGTBIQ+ de difundir «ideología de género», un término utilizado ampliamente por los sectores ultraderecha, y dijo que la causa de esa confusión sería que «pretende crear géneros que no existen».
Además, se quejó de que los «pastores católicos que predican contra la legalización del aborto o la redefinición del matrimonio son retratados como personas motivadas ideológicamente, severas e indiferentes».
Asimismo, recalcó que lo que llamó «familias alternativas» compuestas por «parejas del mismo sexo y sus hijos adoptados son retratadas de manera benigna y comprensiva en los programas de televisión y el cine actuales» lo que ilustró en su charla con imágenes de series como Modern Family y The New Normal.
Para contrarrestarlo, pidió hacer una «nueva evangelización para contrarrestar estas distorsiones de la realidad religiosa y ética producidas por los medios de comunicación».
«No se justifica que las mujeres sean ordenadas como sacerdotes»
Con respecto a otro de los grandes debates recientes de la iglesia católica sobre si las mujeres podrían o no ser ordenadas como sacerdotes, Prevost se ha mostrado abiertamente en contra. En el Sínodo sobre la Sinodalidad de 2023, señaló que la ordenación de mujeres no resuelve el problema de la desigualdad, y advirtió que “clericalizar” las mujeres podría ofrecer incluso nuevos desafíos.
«Es cierto que las mujeres hacen una contribución significativa a la vida de la Iglesia, pero esto no justifica que deban ser ordenadas como sacerdotes», destacó entonces el actual papa.
A pesar de sus declaraciones, Prevost vio el nombramiento en altos cargos del Vaticano como sor Raffaella Petrini como presidenta de la Gobernación del Estado de la Ciudad del Vaticano o María Luisa Berzosa, religiosa de la Congregación Hijas de Jesús, como consultora del Sínodo de los Obispos, como un «enriquecimiento».
“Su punto de vista supone un enriquecimiento. Dos son religiosas y una es laica, y muchas veces su punto de vista coincide perfectamente con lo que dicen los demás miembros del dicasterio; mientras que otras veces, su opinión introduce otra perspectiva y se convierte en una aportación importante al proceso”, señaló a Vatican News.
«Creo que su nombramiento es algo más que un gesto del papa para decir que ahora también hay mujeres aquí. Hay una participación real, genuina y significativa que ellas ofrecen en nuestras reuniones cuando discutimos los expedientes de los candidatos», añadió.
Ve necesario pasar «de la palabra a la acción» contra el cambio climático
Más abierto se ha mostrado con problemas como el cambio climático, que él mismo lo calificó como un problema «social» en el seminario de 2024 Abordar los problemas de la crisis ambiental a la luz de Laudato si y Laudate Deum , experiencias en América Latina donde reivindicó que «nos enfrentamos a una crisis que no es solo ambiental, sino también social».
Prevost, que fue encargado de abrir el encuentro tal y como recoge Religión Digital, subrayó la urgencia de pasar «de la palabra a la acción» ante la gravedad de la emergencia climática.
Entonces, pidió también no mantener una relación «tiránica» y «déspota» con la naturaleza que «beneficien a unos pocos» sino que sea «recíproca con el medioambiente» de una forma responsable y controlada.
Asimismo, advirtió de las consecuencias «nocivas» de los avances tecnológicos y destacó el compromiso de la Santa Sede con la sostenibilidad y puso como ejemplo la transición a vehículos eléctricos o la instalación de paneles solares como «gestos significativos».
«La migración es parte de la misión de Cristo»
La postura contraria a las políticas migratorias y xenófobas de gobernantes como Donald Trump o Giorgia Meloni marcó el papado de Francisco, quien hizo su primer viaje como papa a la isla Lampedusa, donde aseguró que también era hijo de migrantes. Y, en este sentido, León XIV se postula en una línea continuista.
«La migración es parte de la misión de Cristo», declaró durante su estancia en Perú, donde estuvo especialmente implicado en apoyar a los más de 1,5 millones migrantes venezolanos trasladados al país andino.
Pero también lo ha hecho en redes sociales, concretamente en su perfil de X, donde ha criticado manifiestamente las medidas tomadas por la administración Trump en lo referente a deportaciones de migrantes de Estados Unidos.
El pasado 14 de abril compartió un artículo del National Catholic Reporter titulado «J.D. Vance está equivocado: Jesús no quiere que jerarquicemos nuestro amor por los demás».