Las autoridades de la Franja de Gaza, controladas por el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás), han elevado este domino a más de 170 los palestinos muertos por hambre o desnutrición desde el inicio de la ofensiva desatada por el Ejército de Israel tras los ataques del 7 de octubre de 2023 y en medio de las restricciones israelíes a la entrada de ayuda al enclave.
El Ministerio de Sanidad gazatí ha informado de que los hospitales de la Franja han registrado seis nuevas muertes por hambruna y desnutrición en las últimas 24 horas, lo que eleva el número total de muertes por esta causa a 175, incluidos 93 niños, según un comunicado publicado en su canal de Telegram.
Por otro lado, la oficina de medios de Gaza ha acusado a las autoridades israelíes de bloquear la entrada de 22.000 camiones de ayuda humanitaria que se encuentran estacionados en los cruces fronterizos, «la mayoría de los cuales pertenecen a la ONU» y otras organizaciones internacionales.
«La ocupación israelí impide deliberadamente su entrada como parte de una política sistemática de generar hambruna, asedio y caos como parte del crimen de genocidio que se está cometiendo contra más de 2,4 millones de personas en la Franja de Gaza», ha denunciado antes de condenar «enérgicamente el bloqueo continuo, la hambruna de la población civil y la retención de ayuda».
Así, ha sostenido que estas medidas las consideran «un crimen de guerra en toda regla que viola todas las normas y convenciones internacionales», mientras que ha responsabilizado plenamente a Israel, así como a «los Estados involucrados por silencio o complicidad, del agravamiento de la catástrofe humanitaria y de las desastrosas consecuencias de privar a la población de alimentos, medicamentos y combustible».
Por ello, ha exigido la «entrada inmediata, segura y constante de todos los camiones detenidos, la apertura incondicional de los cruces fronterizos y garantizar el flujo de ayuda para salvar vidas de los civiles, antes de que sea demasiado tarde».
Cabe mencionar que en la víspera denunció que solamente 36 camiones con ayuda humanitaria entraron al enclave durante la jornada del sábado, a pesar de que «la hambruna asola a los niños de Gaza en medio de un vergonzoso silencio internacional».
Según señaló, la mayoría de los vehículos «fueron objeto de saqueos y robos debido al caos de seguridad perpetuado sistemática y deliberadamente por la ocupación israelí, como parte de lo que se conoce como la política de hambruna».
En este sentido, recordó que se necesitan 600 camiones diarios, con ayuda humanitaria y combustible, con el fin de cubrir las necesidades básicas de la población palestina en la Franja «ante el colapso total de la infraestructura debido a la guerra genocida».
Tras esta denuncia, el Ministerio de Sanidad palestino ha anunciado que este domingo camiones con medicamentos y equipo médico llegarán a los hospitales a través de una acción coordinada con el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Así, ha avisado de que estos vehículos no contienen alimentos y que los artículos que se espera que lleguen «son de gran importancia y urgencia para continuar brindando atención médica a los heridos y enfermos y salvar vidas». Por ello, ha instado a «realizar todos los esfuerzos posibles para proteger el convoy».
La ofensiva contra Gaza, lanzada en respuesta a los ataques del 7 de octubre de 2023 –que dejaron unos 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados, según el Gobierno israelí–, ha dejado hasta la fecha más de 60.400 palestinos muertos, tal y como han denunciado las autoridades del enclave palestino, controladas por Hamás, si bien se teme que la cifra sea superior.