Hacía muchos, muchos años, casi siete, que Cristiano Ronaldo no se ponía delante de los micrófonos de los periodistas españoles, que esta mañana se han movilizado rápidamente en Múnich al conocerse que era él quien hablaría en nombre de Portugal antes de la final de la Liga de Naciones de este domingo.
Entre los periodistas, había muchos que lo habían tratado durante su época en el Real Madrid, y a esta hora todavía no se les han bajado las cejas de la estupefacción. Porque, de no ser porque tenerle a 10 metros despeja las dudas, se podría decir que Cristiano ya no es Cristiano. En la sala de prensa del Allianz Arena compareció un tipo de 40 años maduro, cercano, humilde… Sí, todo eso es hoy Cristiano, que conquistó al personal, del primero al último.
Habló de todo. Lo primero, de su ¿inagotable? Ambición. «Con 40 años, tengo días buenos, días malos, no sólo en el fútbol, también en la vida, con mi familia. Pero siempre encuentro mecanismos para seguir», explicó el portugués, dueño de un currículum en cuanto a títulos impresionante. Conviene subrayar esta frase, pues. «No se puede ganar siempre, es parte de la vida».
Decir «no se puede ganar siempre» es una obviedad, pero viniendo de quien viene resulta llamativo. Fue el primer indicio de que algo ha cambiado en el mito. Luego llegaron los elogios, tremendos, a España. «Es uno de los mejores equipos del mundo, con mucha confianza. Desde que empecé a jugar España siempre ha sido una potencia, ha ganado más que nosotros. Sabéis que tengo un cariño grande por España, parte de mi familia es española«, dijo el portugués, que además despejó las dudas que había sobre si jugará o no el Mundial de clubes. «Hubo muchos contactos, pero tengo prácticamente decidido no jugarlo».
Llegó la hora, cómo no, de hablar de Lamine, y producto de su experiencia, analizó la situación del chico. «Desde que empecé, cada vez que llegamos a una final es Cristiano contra este, Cristiano contra el otro… Esto no es así. El niño está haciendo las cosas muy, muy bien. Lo que pido es que le dejen crecer tranquilamente, porque para el bien del fútbol, para disfrutar de un talento así muchos años, hay que dejarle crecer con tranquilidad». Cristiano, por cierto, tiene un hijo de 14 años. «Sí, se parecen. Los dos son morenitos… A mis hijos también les gusta Lamine Yamal», bromeó.
¿Le daría un consejo? «Lo haría en privado, face to face», resumió antes de completar el panorama del nuevo Cristiano al ser preguntado por cuántos años más estará jugando. «Hace años que implanté en mi vida que es vivir el presente y no pensar demasiado en el futuro. No tengo muchos más años, está claro. No lo sé, a lo mejor mañana me levanto y digo: ‘no me apetece jugar más, estoy hasta las…’. Y no juego más. No lo sé».
Por último, llamaron mucho la atención las palabras hacia Messi. «¡Boludo!», bromeó primero con el periodista, argentino claro. «Le tengo un gran cariño. No creo que ya podamos jugar juntos, pero le tengo un gran cariño y respeto por los 15 años que los dos estuvimos en el escaparate. No sé si ahora habla inglés, pero recuerdo que antes no y yo le traducía cuando nos explicaban cómo iban a ser las galas del Balón de Oro y nos reíamos. Fue una época muy bonita». El nuevo Cristiano y su ‘Carpe Diem’