Cuando el viaje está a la vuelta de la esquina y la Tarjeta Sanitaria Europea (TSE) no llega a tiempo, existe un plan B eficaz pero poco conocido: el certificado provisional sustitutorio. Se trata de un documento que garantiza asistencia médica en el extranjero durante estancias temporales en países de la UE, el Espacio Económico Europeo, Reino Unido y Suiza, siempre que se trate de una urgencia sobrevenida. La gran ventaja es su inmediatez: puede descargarse en el momento desde la web de la Seguridad Social.
Así es el documento
Este certificado tiene validez legal equivalente a la TSE, pero su duración está limitada a un máximo de 90 días dentro de un mismo año. Está pensado para cubrir desplazamientos inminentes cuando no hay margen para esperar el envío postal de la tarjeta física. El trámite es gratuito, y se puede realizar tanto con certificado digital, Cl@ve, como a través de medios más accesibles como SMS o sin identificación electrónica en algunos supuestos.
En qué se diferencia de la TSE
A diferencia de la TSE, que tiene una vigencia general de dos a cuatro años y se emite en formato físico, el certificado es un documento digital en formato PDF. Aunque temporal, permite acreditar de inmediato el derecho a recibir asistencia sanitaria pública en el país de destino en igualdad de condiciones con sus ciudadanos. Eso sí, como ocurre con la TSE, no cubre la atención sanitaria privada, la repatriación ni los traslados por motivos médicos programados.
Según la Seguridad Social, el certificado también puede solicitarse para familiares a cargo o menores que viajan con el titular. Basta con tener actualizados los datos personales y seleccionar al beneficiario correspondiente en el formulario online. Este trámite es especialmente útil cuando se viaja en grupo familiar y uno o varios miembros no tienen aún su tarjeta sanitaria en vigor.
Solo cubre situaciones sobrevenidas
Es importante destacar que el certificado solo cubre situaciones sobrevenidas. En caso de necesitar tratamientos programados como quimioterapia, diálisis o controles periódicos por enfermedades crónicas, es necesario un acuerdo previo con el sistema sanitario del país de destino. Por ello, antes de viajar conviene consultar las condiciones específicas y posibles copagos que rigen en ese país, algo que se puede verificar en la web oficial de la Comisión Europea.
Otra limitación del certificado es que, al ser un documento digital, puede requerir su impresión física en algunos centros sanitarios del país visitado. Aunque en muchos casos basta con mostrarlo en el móvil, siempre es recomendable llevar una copia en papel para evitar problemas si se presenta una urgencia en zonas rurales o en instalaciones con requisitos administrativos más estrictos.
No sustituye a un seguro de viaje integral
El certificado provisional no sustituye a un seguro de viaje integral. Aunque permite acceder al sistema sanitario público, en muchos países europeos los ciudadanos locales deben asumir ciertos costes médicos, y lo mismo ocurre con quienes viajan con el certificado o con la TSE. Por eso, Sanidad recomienda, en cualquier caso, complementar la cobertura con un seguro adicional que incluya repatriación, asistencia privada o cancelaciones.
En plena temporada alta de viajes, conviene revisar con antelación si la TSE está en vigor. Si ha caducado o no se ha recibido a tiempo, el certificado provisional puede ser la única vía rápida para viajar con la tranquilidad de tener cubierta la asistencia médica. Un recurso poco mediático, pero que puede marcar la diferencia si la salud se complica lejos de casa.