Israel e Irán intensifican sus ataques entre amenazas de destrucción y bombardeos masivos: «Lo peor está por llegar»

Se desbocó la tensión en Oriente Medio. Y lo hizo de la peor manera posible. Lo que era un secreto a voces durante meses se ha confirmado en los últimos dos días: Israel e Irán se han declarado la guerra. Y no una cualquiera, ya que el potencial militar -y nuclear- de ambos países ha provocado que el mundo entero dirija sus miradas a Oriente Medio, al tiempo que los principales líderes aguantan la respiración ante un escenario desconocido.

Todo ha estallado y no parece tener vuelta atrás. Si en la noche del viernes fueron más de 200 misiles y otros 200 drones los lanzados a Israel desde Teherán, de los cuales algunos de ellos atravesaron la Cúpula de Hierro e impactaron de lleno en varios puntos del centro de Tel Aviv, durante este sábado la situación ha escalado a niveles pocas veces vistos.

Por el momento, las diferencias en el número de víctimas entre uno y otro país son siderales, ya que mientras que Irán denuncia un total 90 muertos y 320 heridos, los israelíes ‘solo’ han lamentado tres muertos y unos 80 heridos. Estos últimos han tenido lugar en los dos últimos días, en la oleada de cuatro ataques llevados a cabo por Teherán en apenas unas horas.

Todos ellos fueron ordenados por el ayatolá Ali Jamenei, máxima autoridad iraní, y ejecutado por su comandante de la Guardia Revolucionaria, Mohamad Pakpur, quien aseguró que abriría «las puertas del infierno a Israel», como respuesta a los ataques del jueves realizados por las Fuerzas Armadas de Netanyahu, en los que murió su predecesor, el general Hosein Salami.

Y como ha demostrado Israel en los últimos años, toda respuesta contra ellos cuenta con su correspondiente réplica. Y esta no se hizo esperar. Entre amenazas de destrucción total entre ambos líderes, los cielos de uno y otro país comenzaron a iluminarse, convirtiéndose en el escenario de una guerra abierta, cruenta y sin cuartel.

Al tiempo que el ministro de Defensa israelí, Israel Katz, anunciaba que «Teherán arderá», Jamenei respondía afirmando que derrotarán «al régimen sionista» con todo el arsenal del que dispongan, asegurando que su país «no se escatimará esfuerzos en este sentido». Todo ello a través de un discurso a la nación iraní. Precisamente fue a su nación a la que el viernes por la noche, Netanyahu pedía que se uniera para derrocar a los líderes de su régimen.

Pero todo esto no hacía nada más que empezar, ya que durante la madrugada, los bombardeos iraníes contra Israel se repetían mientras el gobierno hebreo ordenaba a su población a resguardarse en sus búnkeres. Y una vez que los ataques iraníes cesaron, llegó la respuesta israelí que, según Irán, dejó un total de 60 muertos, 20 de ellos niños, después de que un edificio vinculado al Ministerio de Defensa en Teherán fuera alcanzado por misiles israelíes.

A las pocas horas, el régimen iraní confirmaba la muerte de otros dos altos mandos como consecuencia de los ataques israelíes. Otro duro golpe a la base de flotación de las Fuerzas Armadas iraníes. Sus muertes se unían a la de otros «nueve científicos (3 de ellos nucleares) enmarcados en la operación israelí, «León Naciente».

Bombardeos estratégicos

Pero el plato fuerte llegaría durante la tarde del sábado, cuando nuevamente entre continuas advertencias y amenazas de destrucción mutua, Israel bombardeó una de las refinerías más importantes de Irán, que comparte con Catar y que se trata del mayor yacimiento de gas natural del mundo: South Pars. Según datos aportados por medios iraníes, esta refinería produce 12 millones de metros cúbicos al día, 

Pero esta no parece ser la única refinería afectada por ataques de Tel Aviv, ya que la agencia Tasnim aseguró que se había producido otro contra la de Fajr Jam, ubicada en Bushehr. Pese a todo, el Ejército israelí advirtió a última hora de este sábado que no es suficiente y  que el régimen iraní «aún posee una gran capacidad de ataque que puede causar graves daños».

«Los daños al programa nuclear, junto con los daños al arsenal de misiles y al liderazgo terrorista iraní, constituyen un daño a la imagen ideológica que Irán intentó imponer en Israel», dijo hoy el principal portavoz militar, Effie Defrin. «Seguimos penetrando (…), pero, como hemos visto, aún posee una gran capacidad de ataque que puede causar graves daños».

«No es nada comparado con lo que les espera»

Sin embargo, y aunque parece que la escalada tan solo puede mantenerse, Benjamin Netanyahu ya se ha encargado de enviar un nuevo aviso a Irán, a quien advierte de que lo ocurrido hasta ahora tan solo es «el principio», y asegura que esto «no es nada comparado con lo que les espera».

Así, en un comunicado conjunto, el jefe del Estado Mayor, el general Eyal Zamir, y el jefe de la Fuerza Aérea Israelí, el general Tomer Bar, concluyeron que «el camino hacia Teherán ya está pavimentado» y, de acuerdo con los planes en curso, los aviones de combate israelíes comenzarán a efectuar operaciones contra la capital de Irán. «Teherán ya no es inmune; la capital está expuesta a los ataques israelíes», avisó el portavoz militar israelí.

Como respuesta, Irán también ha contestado, y el presidente del país, Masud Pezeshkian, ha asegurado que habrá una respuesta militar «más dura» contra Israel si se repite «la agresión sionista». «Si continúan las agresiones sionistas habrá una respuesta más grave y potente de las Fuerzas Armadas iraníes», ha afirmado Pezeshkian durante una conversación con el primer ministro paquistaní, Shehbaz Sharif.

Ante esta situación, Pezeshkian ha abogado por «reforzar nuestras defensas». «La República Islámica siempre ha buscado reforzar y ampliar la paz y la seguridad en la región y en el mundo, pero estos incidentes son la prueba de que si no tenemos una defensa fuerte, sufriremos los ataques de este régimen criminal y asesino», ha señalado.

Ruptura de conversaciones entre Irán y EEUU: Putin, como mediador

Y como era de esperar, la sexta reunión que se iba a celebrar en Omán el próximo domingo de forma indirecta entre Irán y EEUU, con la cuestión nuclear como principal asunto, se ha cancelado hasta nuevo aviso, según informó el ministro de Exteriores de Omán y jefe de la mediación, Badr al Busaidi. 

«Las conversaciones entre Irán y Estados Unidos, previstas para este domingo en Mascate, no se celebrarán. Sin embargo, la diplomacia y el diálogo siguen siendo la única vía hacia una paz duradera», indicó el representante omaní.

Además, de forma previa, el ministro de Exteriores de Irán, Abbas Araqchi, ya había informado a su homóloga en la Unión Europea, Kaja Kallas, que la continuación de las conversaciones indirectas con Estados Unidos no tienen razón de existir mientras Israel continúe con su ofensiva, y las calificó de «injustificables».

Finalmente, y a última hora del día, fue Vladimir Putin quien se puso en contacto con Donald Trump para ser el mediador en las conversaciones entre Irán e Israel, ya que el líder ruso considera  «importante evitar una escalada del conflicto» y anunció la disposición de Rusia para realizar posibles gestiones», según explicó el asesor de Putin para Asuntos Internacionales, Yuri Ushakov. Rusia ha propuesto «medidas concretas» en las negociaciones sobre el programa nuclear iraní para llegar a «acuerdos mutuamente aceptables» entre Estados Unidos e Irán.