El Ministerio de Sanidad de la Franja de Gaza, gobernada por el grupo islamista Hamás, registró cinco muertes relacionadas con el hambre y la desnutrición durante el domingo. En un breve mensaje, el Ministerio indicó que los hospitales de la Franja de Gaza registraron «cinco muertes por la hambruna y la desnutrición» este domingo, todas de adultos.
Desde que comenzó la ofensiva israelí contra Gaza, tras los ataques de Hamás del 7 de octubre de 2023, al menos 180 personas han muerto por hambre o desnutrición, incluidos 93 menores, según el registro de las autoridades sanitarias locales publicado este lunes.
La mayoría de las muertes se han registrado durante las últimas semanas, después de meses de bloqueo a la entrada de ayuda humanitaria por parte de Israel, que controla todos los accesos al asediado territorio. Entre el 2 de marzo y el 19 de mayo el bloqueo fue total, mientras que el flujo de ayuda es ahora muy limitado.
La situación ha llevado a las autoridades israelíes a anunciar «pausas humanitarias» de los combates en algunas rutas para permitir a los pocos camiones con ayuda que entran al enclave distribuir la carga, aunque la mayor parte acaban siendo saqueados por la población desesperada.
Presión interna para Netanyahu
Además, decenas de antiguos altos cargos del Ejército y los servicios de Inteligencia de Israel han pedido este lunes al Gobierno poner fin a la ofensiva en la Franja de Gaza al considerar que el país está «cosechando más pérdidas que victorias» al carecer de «verdaderos objetivos militares estratégicos».
Entre ellos se encuentran figuras relevantes de la política israelí, como el ex primer ministro Ehud Barak o Yoram Cohen, antiguo jefe del Shin Bet. En un vídeo, han lamentado que los combates en la Franja se hayan alargado por «motivos políticos» en vez de por cuestiones «puramente militares».
Es por ello que han destacado que esta ofensiva «podría haber terminado hace mucho», y han instado al Gobierno a «acabar con la guerra alcanzando un alto el fuego permanente que facilite el regreso de todos los rehenes» secuestrados por el Movimiento de Resistencia Islámica y que continúan en el enclave palestino.
«Tenemos el deber de alzar la voz y decir lo que debe ser dicho», ha aclarado el exdirector del Shin Bet Ami Ayalon. «Esta guerra empezó como eso, una guerra. Era una guerra de defensa. Pero una vez se lograron los objetivos militares iniciales, ha dejado de ser solo eso. Ahora está llevando al Estado de Israel a una pérdida de seguridad e identidad», ha explicado.
Amos Malka, antiguo jefe de la Inteligencia, ha aseverado que «esta guerra podría haber finalizado hace ya un año con una victoria operativa más que suficiente». Sin embargo, Nadav Argaman, también del Shin Bet, ha matizado que «ahora básicamente se acumulan las pérdidas».
«Estamos ante el abismo de la derrota», ha matizado, por su parte, Tamir Pardo, exdirector del Mossad, que ha admitido que «lo que el mundo ve hoy en Gaza es nuestra creación». «Nos ocultamos bajo nuestra propia mentira, y esta mentira es vendida al público israelí y al mundo entero», ha añadido.
Asimismo, han alertado de que el país cuenta con un «Gobierno mesiánico que lleva al país por un camino irracional». «Son una minoría, pero el problema es que esa minoría controla la política», ha lamentado Cohen.