“Espero que no tengamos que votar hoy”. El ministro de Finlandia, Joakim Strand, ha echado un jarro de agua fría a la oficialidad del catalán, el euskera y el gallego en la UE a su llegada a la reunión del Consejo de Asuntos Generales en el que España ha introducido el asunto para “adopción”.
El ministro del Gobierno conservador ha asegurado que aún persisten las “preocupaciones” de los servicios jurídicos del Consejo sobre las “implicaciones legales y financieras” de la medida. “Tenemos que tomárnoslas en serio”, ha dicho en Bruselas, donde ha agregado que el tema “no está maduro”.
El finlandés ha sido el más claro, pero varios ministros han reconocido sus dudas o reticencias sobre la inclusión de esas tres lenguas en el catálogo de idiomas oficiales de la UE, que pasarían de 24 a 27. “Veremos como va el debate”, ha apuntado la secretaria de Estado croata, Andreja Metelko-Zgombic.
Austria también le ha trasladado al secretario de Estado para la UE, Fernando Sampedro, que hay “cuestiones abiertas” sobre la iniciativa.
Suecia, que era uno de los países que había expresado reticencias, ha admitdo esta vez que “tiene simpatía por la posición de España, pero ha dejado abierta su posición a la espera del debate. ”Es la primera vez que los ministros discutirán esto desde que yo estoy. Y escucharé atentamente qué dicen los demás países“, ha expresado la ministra Jessica Rosencrantz: ”Veremos cómo la presidencia lo enfoca“.
Está por ver cómo se desarrolla el debate en el seno del Consejo de Asuntos Generales, que le corresponde organizar a Polonia. A su llegada a la reunión, el ministro de ese país ha dado por hecho que habrá una decisión dado que el asunto figura en el orden del día.
El Gobierno asegura que no retirará el punto del orden del día. Una vez que empiece la reunión, cualquier delegación puede pedir que se elimine y requiere de mayoría simple. No obstante, la presidencia polaca también podría conducir el debate sin que se produzca una votación.