Corea del Norte trata de enderezar un buque de guerra volcado. El intento de Pyongyang de lanzar un destructor de la clase Choe Hyonde de 5.000 toneladas en su puerto resultó en un «grave accidente». Su hundimiento fue considerado como «una vergüenza» para Kim Jong Un, que estuvo presente en el botado fallido.
Según publica el medio Newsweek, el buque resultó dañado «debido a un mando inexperto y un descuido operativo». En declaraciones recogidas por el digital, Andrew Yeo, investigador principal del Centro de Estudios de Política de Asia de la Brookings Institution, con sede en Washington, cree que «el fallido lanzamiento de un barco de Corea del Norte fue una gran vergüenza para Jong Un, especialmente porque ocurrió frente a sus ojos».
De acuerdo a la información difundida, las imágenes satelitales muestran que el buque de guerra estaba en posición vertical este lunes por primera vez en varias semanas. Esto contrasta con las últimas declaraciones de los expertos del proyecto británico Beyond Parallel, que aseguraron el mes pasado que el buque «no entrará en servicio en el corto plazo y, en última instancia, puede resultar ser una pérdida total».
Este buque de guerra Choe Hyon, el más grande que Corea del Norte ha fabricado en su historia, hubiera sido el segundo tipo de destructor en ser funcional para el ejército de ese país. El primero de ellos se estrenó a finales de abril en su astillero Namho, al suroeste de Pyongyang.
Según Yeo, «Kim ha tenido un profundo interés personal en promover la modernización naval en curso del país». El lanzamiento fallido en el astillero de Chongjin «no solo socavó la narrativa de la poderosa acumulación naval de Corea del Norte, sino que también arrojó dudas sobre si Pyongyang tiene los medios y las capacidades reales para construir una nueva flota de barcos tan rápido como espera», concluye el experto.
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