No hay otra cosa en la política española que no sea el escándalo de corrupción que bulle en el seno del PSOE y que hace tambalearse al Gobierno de Pedro Sánchez. La sesión de control de este miércoles, a la que ha acudido el presidente, ha acabado por convertirse en un pleno monográfico sobre el caso de Santos Cerdán. Y el líder de la oposición ha situado al jefe del Ejecutivo al frente de la trama corrupta.
“Usted es el máximo responsable. Ahórrese los numeritos de cordero degollado, usted es el lobo que ha liderado una manada corrupta”, le ha espetado Alberto Núñez Feijóo, que ha preguntado al presidente si alguien le avisó de los comportamientos de Cerdán y no hizo caso y volvió a abrir la puerta a una moción de censura que nunca llega.
“No me faltan ganas, me faltan cuatro votos. Pero, si aparecen, no lo dudaré. Y quién sabe si aparecerán, ¡quién sabe! Porque Ábalos fue el principio pero Cerdán no será el final. Y sus socios tienen que elegir: señorías de Junts, de PNV de ERC, del Bloque…”, ha apelado directamente a los aliados de Pedro Sánchez.
En su réplica, el presidente ha vuelto a desechar los escenarios de una dimisión y de una convocatoria electoral. “Llegarán antes las sentencias de los casos de corrupción del PP que las elecciones”, ha dicho Sánchez, que ha centrado sus turnos de palabras en intentar desacreditar al PP como garante de la limpieza institucional y se ha volcado en contraatacar con los casos que afectan a la oposición.
“En la Comunidad de Madrid de Ayuso están siendo investigados el novio y el hermano por tramas de corrupción, en Andalucía, Moreno Bonilla cesa a los interventores que están investigando, el señor Mazón investigado por financiación irregular, Mañueco con dos viceconsejeros recientemente condenados, Rueda que mantuvo en su cargo a un consejero a pesar de que habia sido denunciado… El PP es una enciclopedia de corrupción con capítulos autonómicos”, ha enumerado.
Al término de ese cara a cara exprés entre el presidente y el líder de la oposición, en el orden del día de la sesión se han colado dos ‘performance’. La primera, un coro de diputados del PP pidiéndole la dimisión a Pedro Sánchez al que la bancada socialista ha respondido en pie para aplaudir a su líder. La segunda, el líder de la ultraderecha marchándose del hemiciclo en solitario tras su intervención en el Pleno.
“Le digo que usted no se ríe más de nosotros. Usted nunca contesta, no lo ha hecho en siete años y no voy a quedarme a escuchar sus mentiras. No aguantamos el modo en que humilla y miente a los españoles, es un indecente y de eso no tienen duda ni siquiera quienes le apoyan. Es un corrupto y un traidor”, ha dicho antes de apagar el micrófono y marcharse ante la mirada desconcertada de sus compañeros de filas, que sí se han quedado en sus escaños para aplaudirle mientras le veían alejarse.
En otro tono, pero igualmente crítico en el fondo, se ha dirigido al presidente Gabriel Rufián. El portavoz de ERC, que acudirá este miércoles a la Moncloa, urgió al presidente a actuar de manera contundente y a explicarse más y mejor. “Ustedes dicen que actúan cuando detectan la corrupción. No, actúan cuando la detecta la UCO. Usted quiere que nosotros y nosotras nos creamos que no supo lo que eran y lo que hacían dos tipos que le siguieron durante semanas y meses en un coche para recuperar la secretaría general del PSOE, que se enteró antes de ayer de quiénes eran. Jure que no estamos frente a la Gürtel del PSOE, que no veremos nunca en un papel P. Sánchez”, le ha remando el portavoz republicano.
Rufián ha lanzado, además, un aviso sobre el porvenir de la legislatura, que el Gobierno insiste en situar en 2027 a pesar de estar lejos de perimetrar el escándalo de corrupción. “No nos hagan escoger entre corruptos cutres y corruptos premium, porque al final les diremos que la gente decida y no nos responsabilicen de lo que tenga que pasar porque la culpa será del PSOE”, ha dicho.
El presidente del Gobierno ha vuelto a ensalzar la respuesta de su partido con Santos Cerdán, despojado de responsabilidades en el partido y dado de baja de militancia y también sin acta de diputado. Y ha intentando proteger el nombre del PSOE y de su Ejecutivo. “Si tiene a bien leerse ese informe de la UCO, verá que no hay ningún apunte o indicio que mire al PSOE. No lo hay”, ha concluido antes de abandonar el Pleno.