Alberto Núñez Feijóo lo tenía esta semana más fácil para no equivocarse en la sesión de control, una cita política que se le atraganta cada miércoles en su cuerpo a cuerpo con el presidente del Gobierno. Ante el aluvión de casos que atormentan al Ejecutivo, el líder de la oposición decidió esta semana ir directo al grano. “Muchísima gente en este país se pregunta qué atributos vio en Koldo, Ábalos y Salazar. ¿Nos los puede detallar?”.
Pedro Sánchez, obviamente, no entró en detalles. Pero tampoco eludió la pregunta y la respondió desde la asunción del error y el señalamiento al PP por ir de la mano de la ultraderecha en las políticas de igualdad. “El feminismo nos da lecciones todos los días a todos, a mí el primero. La diferencia es que nosotros asumimos los errores y actuamos en consecuencia. Mientras, ustedes se abrazan a ese error histórico que se llama Vox”.
En su segundo turno de intervención, para el que se había reservado el grueso del tiempo disponible con la idea de evitar una semana más que su discurso se quedara medias, Feijóo volvió a arremeter con fuerza. “Usted no es mejor que Koldo, Ábalos y Salazar. Usted es uno de ellos. Y les ha consentido todo: mordidas millonarias, pisos para amantes pagados con los Presupuestos Generales del Estado, puestos para porteros de discoteca y silencio en la Moncloa para quien acosa a compañeras”.
El líder del PP cargó las tintas, obvió los casos de su partido y llegó a decir que el acoso sexual, en el PSOE, “no es un caso aislado, es un código de conducta. Y entre el acosador y la acosada, usted está con el acosador. Ha pasado de ‘hermana, yo sí te creo’ a ‘calladita estás más guapa’. La lección de feminismo se la debieron explicar en los prostíbulos, esos que no le constan si financiaron sus primarias. El problema de raíz es usted, lo saben las mujeres de su partido”, dijo antes de volverse a trabar con su frase final: “El feminismo no se predica, el feminismo se practica”.
“Este es el Gobierno que ha aprobado una ley para que todas las organizaciones tengan que aprobar protocolos antiacoso. ¿Ustedes qué han hecho con el alcalde de Algeciras o Estepona? Lo mismo que con Nevenka, nada”, replicó el presidente, que hizo una defensa de las políticas de igualdad de su Ejecutivo.
“Este es el Gobierno que más apoya a las mujeres. Ahí están la subida del SMI, la revalorización de las pensiones, la ley de paridad o el pacto de Estado contra la Violencia de Género. Este Gobierno apoya a las mujeres y si hay una amenaza para ellas es la coalición negacionista que forma usted con el señor Abascal”, le respondió Sánchez a Feijóo.
El presidente reprochó después al líder de Vox, Santiago Abascal, su “monólogo” durante la sesión de control en el Congreso. “A usted se le hacen muy largas estas preguntas, son más monólogos. No dialoga, no le gusta escucha una opinión diferente a la suya, bien lo saben sus excompañeros a los que ha expulsado que le están denunciando por supuestos delitos”, le comentó sobre la querella que ha puesto contra él su ex número dos, Iván Espinosa de los Monteros.
Sánchez le recordó también la multa que le puso el Tribunal de Cuentas por financiación irregular. “Aclaren las cuentas de la fundación de la que es presidente vitalicio”, le reclamó sobre Disenso, en el ojo de mira de ese órgano fiscalizador.
Por su parte, el portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, Gabriel Rufián, reprochó a Sánchez su optimismo sobre la buena marcha de la economía en España. El líder socialista presumió durante la sesión de control de que el país es la economía europea que genera más empleo y la tercera gran economía de la UE que más poder adquisitivo ha recuperado en los últimos años.
Pero Rufián aseveró durante su pregunta al presidente en la sesión de control que “a la gente no le da, no le llega”. “Imagine una familia de tres que quiera comer carne y cenar filete de salmón, 30 euros, ¿Quién se puede permitir eso hoy en día? Los últimos tres años la carne ha subido un 50%, los huevos un 70%”, le dijo.
“¿De qué sirven los ránkings? La gente no come ránkings, lo que le exijo es que saque la comida del mercado especulativo. Quien se quiera hacer rico que no lo haga ni con casas ni con comida, que tope precios y ¿por qué no? Distribuidoras públicas de alimentación”, propuso.
