España roe el hueso de Italia y se cruzará con Suiza buscando la semifinal de la Eurocopa

No hay muro que a España se le resista. Ni el que le plantó Italia en Berna, que obligó a la selección a bregar 90 minutos, ni el de lograr un pleno de victorias en fase de grupos de una Eurocopa, algo que nunca había conseguido. Tampoco se resistió a golear porque lo lleva en el ADN. Ahora espera en cuartos de final la anfitriona Suiza.

Había tenido partidos plácidos España en los que ni los sustos la habían desviado de su plan, pero las italianas fueron un enemigo complicado. Se empecinaron en cerrar todos los huecos porque Aitana, de vuelta al once tras la meningitis, avisó pronto de que, con pasillos al área, podría ser letal. Apareció en el minuto 2 para colarse hasta la línea de fondo y no lo volvió a hacer hasta el 26 con un disparo desde la frontal que, para esquivar el bosque azurri, intentó ajustar a la escuadra.

Había revolucionado Montse Tomé el equipo con seis cambios para demostrar su letanía de que tiene 23 jugadoras con hambre y, de paso, protegerse de sanciones en cuartos. No renunció a su pasillo de seguridad con Paredes, Patri Guijarro y Alexia, que fue el mayor faro de España, y tampoco a Mariona. Sin embargo, costó entrar en el duelo que las italianas necesitaban convertir en intenso. Debían puntuar para estar en cuartos y trataron de intimidar corriendo contras cada vez que España dudaba con la pelota.

En una de ellas, Linari estrelló su remate en el larguero. Ni tiempo tuvo la selección de sacudirse el pasmo porque de un saque de banda se vio con el marcador en contra. Descargó Piamonte en Caruso y su disparo lo despejó María Méndez, tocó en Mariona y quedó a los pies de Oliveira. Italia había dibujado el escenario que más le gusta y Alexia pedía calma a sus compañeras. Habían pasado solo diez minutos. Con control, España aceleró el partido y volvió a volcarse en el área italiana. Piso área Athenea desde la orilla derecha, le tiró una pared a Alexia que se la devolvió de tacón para que igualara el marcador. Ese era el camino y tan claro se veía que el seleccionador se arremangó en un gesto que sus jugadoras entendieron.

Italia apretó los dientes porque el punto le colocaba en la fase eliminatoria y buscó que España solo pudiera intentarlo desde lejos. Probó Patri, con todos los caminos cerrados, desde la medialuna, como Aitana. No aparecía la chispa pese a las rupturas de Salma a la espalda de las centrales. No lograban hacer daño por los costados a un equipo que era puro orden Su único recurso era ganar duelos y correr. En uno de ellos, al filo del descanso, Cantore logró poner un centro que Irene Paredes, en un escorzo, despejó con la mano. El VAR avisó a la colegiada rumana Demetriscu pero salvó a Nanclares de enfrentarse a un penalti porque la jugada partió de fuera de juego.

Las italianas, mirando de reojo el Portugal-Bélgica, volvieron de los vestuarios con una intensidad que rebajó de plumazo Patri Guijarro. Athenea, ahora sí, arrancó, se cruzó toda la frontal y su disparo, sin ángulo, lo despejó Lenzini a los pies de la mediocentro mallorquina para batir a la guardameta Giuliani.

Mientras Andrea Soncin buscaba la pólvora de Girelli, Tomé mandó al campo a Vicky para que, si las italianas deshacían su muro, ella se aprovechara. Y lo hizo, convirtiéndose en una aliada de Alexia. Pero antes Nanclares tuvo que volar y sacar una mano que atajó un cañonazo de Cantore. Otra carrera sin premio cuando a su equipo ya no le quedaba aire. Eso dio alas a España.

Con más espacio asomaron Mariona y Alexia se desmelenó encadenando ocasiones. La más clara se la regaló Vicky para un disparo cómodo que cruzó en exceso. Como si quisiera redimirla, Aitana golpeó de rosca buscando el poste y obligando a Giuliani, con molestias desde la primera parte, a evitar el tercero. Ese lo tuvo María Méndez en un cabezazo a saque de esquina. Se lamentó más aún de no haberlo conseguido cuando Paredes sacó bajo palos un remate desesperado de Serturini. La guinda la tenía reservada Esther, a pase, cómo no, de Alexia.