Sufrió España. Sufrió mucho y por eso, seguramente por eso, la explosión de alegría en cuanto pitó la colegiada brasileña, Edina Alves, fue inolvidable. La mayoría de las jugadoras se abrazaron a la primera persona que tenían al lado (alguna incluso casi se agarra a una alemana). Vicky López y Sullastres fueron a buscar a Cata Coll, heroína antes del gol con una parada sublime en el minuto noventa y muchos. Montse Tomé saltaba junto a sus ayudantes, Alexia se llevaba las manos a la cabeza, Aitana…
Aitana sonreía. Después de superar una meningitis que la mandó al hospital y que le hizo dudar incluso si podría jugar esta Eurocopa, este miércoles fue su día. En el minuto 113, plena prórroga, hizo una de esas cosas que tardarán en olvidarse. Cuando todo el mundo esperaba un centro, ella tiró a portería. ¿Por qué? Lo explicó después.
«Lo habíamos estudiado. El entrenador de porteras me lo había dicho, que su portera a veces salía a tapar el centro y se quedaba su palo libre. Así que nada, un pase a la red», le dijo al periodista de la televisión pública, al que le costaba incluso engarzar preguntas. La euforia podía con la española.
Tres días de recuperación
«No creo en el destino, creo en el trabajo», explicó la jugadora del Barça, con una sonrisa de oreja a oreja. ¿Inglaterra? «Los últimos partidos que no sirven de nada. Primero, vamos a celebrarlo, y a partir de mañana pensaremos en ella. Gracias, ¡vamos!», se despidió la centrocampista.
Tardó bastante el equipo en entrar al vestuario, donde hubo fiesta y música. De él salió Cata Coll, la otra protagonista. «Confío en mi equipo al 100%, y sabía que íbamos a ganar antes de los penaltis. Este grupo es muy fiestero», decía.
El equipo, que derrotó a Alemania después de ocho enfrentamientos, tiene ahora tres días para recuperarse y disputar con garantías la final del próximo domingo (18.00 horas) frente a Inglaterra. Si gana, España será la vigente campeona del mundo, campeona de la Liga de Naciones y campeona de la Eurocopa. No parece poca cosa.