Las palabras importan. Igual que el mundo estaba en vilo para que la Organización Mundial de la Salud (OMS) declarase la pandemia por covid-19, porque con una sencilla etiqueta se disparaban los protocolos y las actuaciones, las organizaciones humanitarias llevan semanas reclamando lo mismo para Gaza, una declaración formal de hambruna. Este martes, por primera vez, ha llegado esa constatación oficial por parte de la Iniciativa Integrada de Clasificación de la Seguridad Alimentaria en Fases (IPC, por sus siglas en inglés), dependiente también de las Naciones Unidas. No es aún la declaración formal de hambruna, pero es el paso previo.
Ante la verdad de que el hambre y la malnutrición se extienden en la franja palestina, con miles de niños desnutridos y un aumento de muertes por falta de alimentos entre los más pequeños, el organismo de monitoreo ha difundido un informe en el que constata que que «el peor escenario de hambruna se está extendiendo en la Franja de Gaza» desde que se inició la ofensiva de Israel, el 7 de octubre de 2023, tras los atentados masivos de Hamás. «Dos de los tres umbrales de hambruna ya se han superado en algunas partes del territorio», añade. Ya no hay circunloquios para este organismo, una herramienta de la ONU para medir la desnutrición en el mundo.
El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas (PMA) y el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, UNICEF, «advierten de que se está agotando el tiempo para montar una respuesta humanitaria a gran escala», según la nota de prensa en la que se da cuenta del nuevo estudio.
La IPC ha dejado claro que los lanzamientos aéreos de ayuda sobre Gaza no evitarán la catástrofe humanitaria que se está extendiendo por el territorio y por eso reclama un acceso «inmediato y sin trabas» a la región palestina, porque es la única manera de detener el rápido aumento de la hambruna y la muerte, añade.
Entre las conclusiones más destacadas del informe hay que reseñar que «cada vez hay más pruebas de que la hambruna generalizada, la desnutrición y las enfermedades están provocando un aumento de las muertes por hambre» y que vivimos un «sufrimiento humano catastrófico».
El acceso a los alimentos y otros artículos y servicios esenciales se ha desplomado a niveles sin precedentes y entre mayo y julio de 2025, la proporción de hogares que padecen hambre extrema se ha duplicado. En la ciudad de Gaza , las tasas de desnutrición aumentaron del 4,4% en mayo al 16,5% en julio, donde dos quintas partes de las mujeres embarazadas y lactantes sufrieron desnutrición aguda en junio. El norte de Gaza, en particular, enfrenta desafíos similares y es una «fuente importante de preocupación», sin embargo, no se puede verificar debido a la falta de datos.
«El conflicto incesante, el colapso de los servicios esenciales y las graves limitaciones a la entrega y distribución de la asistencia humanitaria impuestas por la ONU han llevado a condiciones de seguridad alimentaria catastróficas para cientos de miles de personas en toda la Franja de Gaza», añaden las agencias de la ONU.
Señalan que «el consumo de alimentos, el principal indicador de hambruna, se ha desplomado en Gaza desde la última actualización del IPC en mayo de 2025», y que «los datos muestran que más de una de cada tres personas (39%) pasa días sin comer». «Más de 500.000 personas (casi una cuarta parte de la población de Gaza) padecen condiciones similares a la hambruna, mientras que el resto de la población se enfrenta a niveles de hambruna de emergencia», destacan.
Mientras que la desnutrición aguda y los informes sobre muertes relacionadas con la inanición –el tercer indicador principal de hambruna– «son cada vez más comunes», las agencias subrayan que «recopilar datos sólidos en las circunstancias actuales en Gaza sigue siendo muy difícil, ya que los sistemas de salud, ya diezmados por casi tres años de conflicto, están colapsando».
«El sufrimiento insoportable de la población de Gaza ya es evidente para el mundo. Esperar la confirmación oficial de la hambruna para proporcionar la ayuda alimentaria vital que necesitan desesperadamente es inadmisible», declaró Cindy McCain, directora Ejecutiva del PMA.
Sobre la Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), un grupo privado respaldado por Israel y Estados Unidos que se está ocupando del reparto de la ayuda de forma caótica (ante el veto de Tel Aviv a las agencias de la ONU), el Comité de Revisión de la Hambruna del IPC afirma que su análisis de los paquetes de alimentos proporcionados por el GHF muestra que «su plan de distribución conduciría a una hambruna masiva». El informe señala que la mayoría de los alimentos de GHF «no están listos para comer y requieren agua y combustible para cocinar, que en gran medida no están disponibles».
También critica que el acceso a los puntos de distribución del GHF «requiere viajes largos y de alto riesgo, con un acceso desigual entre las gobernaciones».
Todos absolutamente todos los menores de 5 años
En julio de 2025, más de 320.000 niños, es decir, toda la población menor de cinco años de la Franja de Gaza, corría riesgo de desnutrición aguda, y miles de ellos padecían desnutrición aguda severa, la forma más mortal de desnutrición. En junio, 6.500 niños fueron ingresados para recibir tratamiento por desnutrición, la cifra más alta desde el inicio del conflicto. En julio, la cifra es aún mayor, con 5.000 niños ingresados tan solo en las dos primeras semanas.
«Niños y bebés demacrados mueren de desnutrición en Gaza. Necesitamos acceso humanitario inmediato, seguro y sin trabas en toda Gaza para ampliar la distribución de alimentos, nutrición, agua y medicamentos esenciales», declaró Catherine Russell, directora ejecutiva de UNICEF. «Sin eso, las madres y los padres seguirán enfrentándose a la peor pesadilla de cualquier padre, impotentes para salvar a un niño hambriento de una enfermedad que podemos prevenir», agregó.
Lamentan que a pesar de la reapertura parcial de los cruces fronterizos, «la ayuda humanitaria que entra en Gaza es apenas una pequeña parte de lo que necesita mensualmente una población de más de dos millones de personas» y que «solo para cubrir las necesidades básicas de asistencia alimentaria y nutricional en Gaza, se requieren más de 62.000 toneladas de ayuda vital cada mes».
Las agencias de la ONU también reiteraron sus llamamientos urgentes para «un alto el fuego inmediato y sostenido» y que se garantice «un acceso humanitario seguro y sin trabas, para el flujo masivo de asistencia a través de todos los pasos disponibles y para entregar alimentos, suministros nutricionales, agua esencial, combustible y asistencia médica a las familias necesitadas en toda Gaza». También urgieron a «restablecer el flujo comercial hacia Gaza mediante la reactivación de las cadenas de suministro para restablecer los mercados locales».
Los requisitos
La IPC, una iniciativa mundial de agencias de la ONU, grupos de ayuda y gobiernos, no declara por sí mismo si se está produciendo una hambruna. Lo que sí hace es proporcionar el análisis que permite a los gobiernos, organizaciones y agencias emitir declaraciones sobre la hambruna.
¿Pero qué se necesita para cumplir los criterios de hambruna? Tiene una definición formal de hambruna, con tres elementos claros:
Israel restringe la capacidad de las agencias de ayuda para operar en Gaza. Amande Bazerolle, responsable de la respuesta de emergencia de MSF en Gaza, declaró a la agencia de noticias AFP que los continuos combates y los bloqueos de la ayuda impiden que «actualmente podamos realizar los estudios que nos permitan clasificar formalmente la hambruna». Por eso se complica aún más la situación. Jean-Raphaël Poitou, director del programa en Oriente Medio de la ONG Acción contra el Hambre, citado también AFP, afirmó que los «continuos desplazamientos» de habitantes de Gaza ordenados por el ejército israelí, así como las restricciones de movimiento en las regiones más afectadas, «complican enormemente las cosas».
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, rechazó la pasada noche las acusaciones de hambruna en Gaza. «Qué mentira descarada. No existe una política de hambruna en Gaza, y no hay hambruna en Gaza», sostiene.