En qué gastaremos esta Navidad y si lo haremos más que el año pasado según la OCU

Las calles de muchas ciudades delatan que ya estamos en plenas fechas navideñas y de ahí las numerosas compras, viajes y cenas que ocupan gran parte de las agendas y restan euros a los bolsillos. Son varios los consejos que se ofrecen desde las diferentes organizaciones de consumidores para tratar de comprar bien en cuanto a calidad y, lo que es más difícil, llegar al final de uno de los meses más complicados en cuanto a los gastos particulares y familiares que se generan en la mayoría de hogares de nuestra geografía. Y precisamente una de dichas entidades, la OCU, ha publicado un informe en el que detalla en qué gastaremos los españoles durante las próximas semanas y si la Navidad de 2025 saldrá más cara que la de 2024, algo que parece más que previsible según varios expertos en la materia. 

Las fiestas, sinónimo de luces y gastos, suponen que los consumidores españoles tendrán que prepararse para un desembolso significativo superior al de 2024. Y es que según la Organización de Consumidores y Usuarios, el gasto medio previsto por persona durante estas fiestas ascenderá a 796 euros. Este notable presupuesto representa un incremento del 16,5% en comparación con la media registrada en 2024, cuando el desembolso se situó en 683 euros. La propia OCU extrae estos datos de una reciente encuesta realizada a unas 2.000 personas, con edades comprendidas entre los 18 y los 74 años, con el fin de proyectar las expectativas y prioridades de gasto asociadas a la celebración navideña. La cifra, según la OCU, es el resultado de sumar regalos, cenas y viajes, siendo estas las principales categorías que absorben el presupuesto festivo.

De todas las partidas contempladas, los regalos se consolidan un año más como el principal foco de gasto para los españoles, acaparando cerca de la mitad del presupuesto navideño total. La previsión es destinar una media de 370 euros por persona exclusivamente este apartado siempre complicado de gestionar. La OCU subraya que los regalos representan la principal partida de gasto, demostrando que es la prioridad económica de los consumidores en estas fechas tan señaladas. Al analizar el reparto del mencionado presupuesto dedicado a regalos, la encuesta de la OCU revela una clara preferencia por la celebración de los Reyes Magos, por delante de otras fechas o tradiciones. Y es que en determinadas zonas van creciendo las entregas de regalos en torno al 24 o 25 de diciembre, coincidiendo con los viajes de Papá Noël, “el tió” que se hace cagar en Catalunya o el descenso de la montaña de Olentzero en Euskadi.   

En cualquier caso y según la OCU, la inversión media prevista para la noche de Reyes es de 192 euros por persona, ligeramente superior a los 178 euros que se planean gastar en presentes para el día de Nochebuena o el señalado día de la propia Navidad. Al margen de lo que lleguemos a gastarnos en regalos, otras dos partidas clave definen las sufridas cuentas durante las próximas semanas: Los gastos asociados a las tradicionales cenas navideñas, incluyendo comidas y celebraciones, que esta vez podrían alcanzar un promedio de 132 euros por persona; y el presupuesto dedicado a viajes, que suma otros 117 euros por consumidor y que también se incluye como uno de los principales focos del desembolso total, ya sea en viajes de placer o para visitar a amigos y familiares.

El resto del presupuesto se reparte en partidas culturales y otros gastos 100% vinculados a las fiestas y celebraciones. La compra de lotería de Navidad, un desembolso típico de estas fechas, se estima en 73 euros por persona. La misma cifra, 73 euros, se destinará a las celebraciones específicas de Nochebuena, Nochevieja o Reyes, incluyendo cotillones y fiestas. A estos desembolsos se suma, finalmente, la decoración del hogar, que añade 31 euros al gasto medio individual. Pese a estas estimaciones presupuestarias detalladas, la realidad del consumo navideño a menudo excede de lo que planificamos inicialmente. La encuesta de la OCU es clara al respecto, revelando que el 52% de los españoles encuestados cree que inevitablemente terminará gastando más dinero de lo que había previsto originalmente. 

Este último dato plantea un reto, según muchos expertos, y es que si el gasto navideño supera lo previsto son muchos los hogares que solo pueden sostenerlo gracias a una tarjeta de crédito u otro tipo de endeudamientos no siempre recomendables. El esfuerzo por controlar el gasto se refleja en las estrategias de compra de los consumidores, aunque el proceso no está exento de una cierta preocupación. Hasta un 29% de los encuestados intentará retrasar la compra de parte de sus regalos hasta el mes de enero, buscando aprovechar así el período de rebajas. No obstante, la presión es palpable, ya que el 40% de los consumidores reconoce que las compras de los regalos obligados les causan estrés.

Compras online, al alza

En cuanto a la modalidad de compras, las que se hacen online se consolidan como la opción preferida por la mayoría. Internet se mantiene como el canal prioritario para el 37% de los encuestados, frente al 29% que aún se decanta por realizar sus compras exclusivamente en tiendas físicas. Sin embargo, la tendencia más común es la combinación de ambos tipos de comercios, que el resto de los consumidores combina en igual medida. Además del gasto material, la Navidad de este año se caracteriza por una intención general de salir de casa bastante superior a la que manifestaron el año pasado. La actividad más habitual planificada es quedar con amigos y familiares para comer o cenar, algo que hará el 84% de los encuestados. Otras salidas comunes incluyen los paseos por mercadillos navideños (70%), la Cabalgata de Reyes (61%) o disfrutar del encendido de las luces de Navidad (55%).

Ante la previsión de una Navidad más cara que la de 2024 y el riesgo de excesos financieros que pueden prolongar la resaca económica hasta bien entrado 2026, la OCU insiste en la planificación. Para evitar la temida cuesta de enero, la organización recomienda encarecidamente elaborar listas de regalos, anticiparse todo lo posible si se acude a una tienda de manera presencial para evitar aglomeraciones, y preguntar siempre por la política de devolución para mitigar el estrés y el endeudamiento.