El ultimátum de Trump devuelve a rusos y ucranianos hoy a la mesa de negociaciones

El ultimátum del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, parece haber devuelto a rusos y ucranianos a la mesa de negociaciones en Estambul, donde tendrá lugar este miércoles la tercera ronda. Será en el el palacio otomano de Çiragan en Besiktas, donde ya se celebró la última ronda de conversaciones, el 2 de junio pasado.

Aunque no hay un gran optimismo sobre el resultado de las negociaciones, ambas partes parecen dispuestas a volver a reunirse una vez ya ha empezado a contar el plazo de 50 días marcado por Washington el pasado 14 de julio.

Después de varios días de especulaciones, la Presidencia turca informó que las delegaciones rusa y ucraniana se reunirán hoy mismo, aunque la parte rusa no ha querido confirmar nada oficialmente.  Las agencias rusas sólo se pusieron de acuerdo sobre el lugar de la reunión, pero informaron indistintamente sobre el miércoles, el jueves y el viernes.

El ministro de Exteriores turco, Hakan Fidan, fue más prudente que la Presidencia y aseguró que «la tercera ronda tendrá lugar, según esperamos, esta semana».

El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, aseguró al comienzo de esta semana que sus asesores le habían informado de que el encuentro sería el 23 de julio y que hoy habría más detalles. No obstante, el martes únicamente confirmó que el exministro de Defensa y actual secretario del Consejo para la Seguridad Nacional, Rustem Umérov, será el jefe de la delegación ucraniana.

Zelenski aspira a conseguir en Estambul la liberación de todos los cautivos y el retorno de los niños ucranianos que están en manos rusas.

Kiev también sigue insistiendo en un alto el fuego de 30 días antes de abordar el arreglo político, pero Moscú, enfrascada en la ofensiva estival en el Donbás y en el norte de Ucrania, se niega categóricamente.

El negociador jefe ruso, Vladímir Medinski, cuya elección fue criticada recientemente por la OTAN, no quiso hacer hoy declaraciones a su entrada en la Duma o cámara de diputados.

El Kremlin no espera milagros de Estambul

Sin confirmar su presencia, el Kremlin descartó hoy que se puedan producir «avances milagrosos» durante la tercera ronda de negociaciones con Ucrania. «Por supuesto, no hay ningún motivo para esperar alguna clase de avance milagroso. Dada la actual situación, esto es difícilmente posible», dijo Dmitri Peskov, portavoz presidencial, en su rueda de prensa telefónica diaria.

Intentó bajar las expectativas de éxito con el argumento de que la agenda las negociaciones será «muy compleja», ya que habrá que abordar los memorandos de paz de cada bando -Rusia exige a Ucrania la neutralidad, que acepte la ocupación, reduzca el tamaño de sus Fuerzas Armadas y renuncie a reparaciones-, cuyos principales puntos difieren drásticamente.

Por ello, Peskov consideró que los canjes de prisioneros de guerra y cadáveres logrados en las primeras dos rondas ya pueden ser considerado un resultado «fructífero».

En cuanto a una futura cumbre entre Zelenski y el presidente ruso, Vladímir Putin, -algo que propone el primero desde hace meses y rechaza el segundo- aseguró que «aún hay mucho que trabajar».

El portavoz también se negó a confirmar si este mismo año será posible alcanzar una paz definitiva, ya que están en juego «muchos factores». «Yo no hablaría de posibles plazos (…) Ahora, cualquier pronóstico sería erróneo», dijo.

Putin, ni sabe ni contesta

Fiel a su estilo, Putin no ha comentado las amenazas de sanciones y aranceles secundarios de Trump en caso de que Rusia no logre un acuerdo con Ucrania antes de principios de septiembre.

La prensa rusa considera que, aunque Moscú es consciente de que EEUU parece haber dado un giro en Ucrania, no quiere irritar más aún al líder estadounidense. «Es una emboscada ucraniana para Trump. Al aceptar nuevos suministros de armas para Kiev, Trump ya metió un pie en la trampa ucraniana. Un paso más y la trampa se cerrará completamente. Y Trump ya no podrá escabullirse. Así pasó en Vietnam y Afganistán», comentó Alexéi Pushkov, conocido senador ruso.

Al respecto, Lavrov expresó hoy su confianza en que la postura «racional» que defiende la Administración Trump, que apoya el diálogo sobre todas las cosas -según Moscú-, no pase «desapercibida» en Europa.

Con todo, el canciller alemán, Friedrich Merz, aseguró el lunes que cuenta con la «aprobación general» de Estados Unidos para que Washington envíe los sistemas Patriot -cinco, según el ministro de Defensa, Boris Pistorius- que Berlín quiere entregar a Kiev.