El esperpéntico no regreso de Heurtel al Barça, el equipo que le abandono en un aeropuerto: «Se han reído de mí, una vez más»

La carrera de Thomas Heurtel es una oda a las polémicas, un enredo permanente, el culmen de los culebrones. Siempre hay un capítulo aún más surrealista por descubrir. Cuando todo parecía enterrado en el pasado, sus disparatadas salidas tanto de Barça, primero, como de Real Madrid, después, el base francés, a sus 35 años, ha escrito otro episodio. O más bien esta vez se lo han escrito. Con todo atado para su vuelta al equipo que le dejó tirado en un aeropuerto de Estambul por estar negociando a sus espaldas con el eterno rival y con el talento de Béziers y su familia ya en la Ciudad Condal tras haber tomado una avión desde China, su fichaje ha saltado por los aires este viernes por el mismo motivo por el que parecía insólito.

Heurtel, que a su llegada a El Prat celebró su reincorporación a la dinámica azulgrana -al sustituto del gravemente lesionado Laprovittola, Raulzinho Neto, le rescindieron el contrato por sus problemas físicos-, no tuvo más remedio que pronunciarse otra vez públicamente por la tarde, junto a su agente, para dar marcha atrás ante el cambio de parecer del Barça. «Estoy muy feliz y con muchas ganas de empezar. He hablado con todos. Con Navarro, con Mario (Bruno Fernández), Joan (Peñarroya)… He entrenado mucho en China así que el estado de forma física no va a ser un problema», festejaba. «Siento que el Barça se ha reído de mí, una vez más. Primero, fue en Estambul y esta vez es peor porque está mi familia. Es una falta de respeto muy grande», protestaba después.

La filtración de su fichaje había levantado ampollas (cómo no) en las horas previas a su aterrizaje, lo que hizo recular a la misma directiva que había decidido que era el refuerzo más adecuado. El galo cumplía los requisitos: talento, experiencia, plaza de comunitario, salario asequible… «El míster estaba muy feliz y me comentaba lo que esperaba de mí. Navarro me mandó un mensaje diciéndome que tenía muchas ganas de que llegara», desveló Heurtel. Aspectos deportivos que, después, fueron olvidados de un plumazo. «Ha sido un mazazo muy grande para Thomas. Es otro escándalo más. Ha sacado a los niños del colegio. Han llegado y no había una vida para ellos aquí tras 15 horas de avión. Si esto es el seny del Barça es esto, su honor, hay un problema muy grave», acusó gravemente su agente.

Estambul

Para entender el cisma hay que rebobinar. En junio de 2017 el Barça firmó por dos temporadas a Heurtel, cuyo gran impacto inicial se tradujo bien pronto con el MVP de la Copa de 2018, ganada por el Barça del recién aterrizado Pesic en Gran Canaria (también lo sería en la del siguiente año). En el verano de 2019, el internacional francés renovó por dos cursos más, pero todo se empezó a torcer. Hasta el punto de protagonizar uno de los episodios más sonados y polémicos de los últimos años en el baloncesto europeo. En diciembre de 2020, tras un partido en Estambul contra el Efes y descubrir que Heurtel estaba negociando su fichaje con el Real Madrid cuando todos creían que lo hacía con el Fenerbahçe para el siguiente año, el Barça le hizo quedarse en tierra y no volver a España con el resto de la plantilla de Jasikevicius.

El galo se explicó tiempo después en L’Equipe. «Al pie del autobús me dicen: ‘Nos vamos. Te quedas. Te hemos reservado un billete de avión para mañana’. Está claro que debería haberme negado a ir a Estambul, haber puesto las cartas sobre la mesa, haber dicho con quién estábamos negociando, incluso si eso significaba correr el riesgo de que se negaran. El club siempre ha sido claro y justo conmigo. Después, el club y Jasikevicius son dos cosas diferentes… Tras su llegada, todo cambió. Y después del incidente de Estambul, ni siquiera me hablaron. Fue muy duro para mí y para mi familia».

Rusia, China…

El caso es que tras unos meses en el ASVEL, Heurtel acabó vistiendo de blanco. Pero su aventura en el Real Madrid también acabó de mala manera. Una noche de fiesta en Atenas a finales de marzo justo antes de un encuentro de Euroliga contra el Panathinaikos terminó con la paciencia de Pablo Laso y el club. El francés y Thompkins fueron apartados (Yabusele, que también formó parte, no) y a final de temporada salió del equipo. «Salimos y lo destruí todo», confesó.

Desde entonces, Heurtel ha ido dando bandazos. Volvió al ASVEL, fichó por el Zenit ruso apartado de la Euroliga por la guerra con Ucrania y el pasado verano se fue a China para firmar con los Shenzen Leopards. Aterrizado en Barcelona para ponerse a las órdenes de Joan Peñarroya hasta final de curso (quien después le llamó para pedirle disculpas), sólo le faltaba ya el reconocimiento médico y la firma. Pero el revuelo social acabó por arruinar (decisión directa de Joan Laporta) su fichaje.

Incluso ya se especula su incorporación al Girona o al Lleida, equipos ambos de ACB. «Ahora tengo que ver si sigo jugando o no, porque estas cosas te decepcionan un poco del negocio, te quitan las ganas de jugar», concluyó Heurtel.