El enviado de EEUU acude a Israel tras las críticas de Trump y en mitad de una ola de presión contra Netanyahu

El enviado especial del presidente estadounidense, Donald Trump, para Oriente Medio, Steve Witkoff, viaja el jueves a Israel para abordar la situación en Gaza, informó esta madrugada una fuente de la Administración de EEUU.

Witkoff había hablado este mismo miércoles con el ministro de Exteriores de Egipto, Badr Abdelaty, sobre el desarrollo de las negociaciones para alcanzar un alto el fuego en la Franja, según indicó el ministerio egipcio sobre esa conversación telefónica previa a su desplazamiento, del que en ese momento no se ofrecieron más datos.

La semana pasada hubo una negociación indirecta en Doha, pero el día 24 Witkoff ordenó la retirada de su equipo, horas después de que Israel hiciera lo mismo, al considerar que a Hamás le falta voluntad para lograr una tregua. El grupo islamista palestino subrayó dos días después que el verdadero obstáculo para cerrar un acuerdo es el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu.

El lunes, Trump señaló que ve posible un alto el fuego y reconoció que hay hambruna en Gaza porque ve «a niños hambrientos» en televisión. En el marco de su viaje a Escocia, donde se reunió con el primer ministro británico, Keir Starmer, el líder republicano hizo un llamado para que llegue más ayuda humanitaria a la zona y avanzó que quiere que Israel se asegure de que los palestinos reciben los alimentos.

El digital Axios indicó que Trump quiere saber más sobre la situación humanitaria en Gaza para ver cómo llevar más ayuda a los civiles, algo que según el rotativo motiva el desplazamiento de Witkoff, cuya agenda en Israel no se ha detallado.

La visita se produce no sólo en el marco de estas críticas del republicano, sino de una presión internacional seria contra el Gobierno de Tel Aviv, tras el anuncio de Francia, Reino Unido y Canadá de que van a reconocer en septiembre el Estado de Palestina, una jugada que es por un lado un aval a los moderados de la Autoridad Nacional y, por otro, un reproche a Netanyahu por su ofensiva, que esta semana ha superado la barrera de los 60.000 asesinados