El Congreso suspende a Ábalos de sus derechos como diputado

El Congreso ha suspendido al exministro José Luis Ábalos de sus derechos como diputado. El exdirigente socialista no podrá votar ni recibir su sueldo y tampoco solicitar en su momento una indemnización que podría superar los 100.000 euros. La Mesa de la Cámara Baja ha tomado la decisión después de que el Tribunal Supremo haya confirmado su procesamiento por la causa que lo investiga por supuestos amaños de contratos de mascarillas durante la pandemia.

El reglamento del Congreso contempla la posibilidad de suspender a un diputado cuando se dan tres condiciones: que la Cámara haya autorizado un suplicatorio por parte del Supremo para investigarlo, que se encuentre en prisión preventiva y que el auto de procesamiento en su contra sea firme. Dos de esas tres se cumplían ya la semana pasada cuando el juez decretó su entrada en la cárcel de Soto del Real, pero el Congreso decidió esperar para suspenderle hasta que el Alto Tribunal confirmase su procesamiento.

Esa decisión se ha producido finalmente este miércoles, con lo que la Mesa de la Cámara Baja contaba con vía libre para suspender a Ábalos. “Concedida la autorización del suplicatorio en relación con la causa especial 20775/2020 por el Pleno de la Cámara en su sesión de 22 de enero de 2025, habiéndose decretado prisión provisional el 27 de noviembre de 2025 y firme el auto de procedimiento abreviado el 10 de diciembre de 2025, la Mesa ha acordado los siguientes puntos”, han trasladado fuentes parlamentarias.

A saber: “Declarar suspendido en el ejercicio del cargo y, por tanto, en los derechos y deberes establecidos en el Reglamento de la Cámara, al Excmo. Sr. D. José Luis Ábalos Meco, con efectos desde el día 10 de diciembre de 2025, por concurrir las circunstancias necesarias para la aplicación del artículo 21.2 del Reglamento del Congreso”. Además, y mientras se mantenga la suspensión: “No autorizar el abono de las percepciones económicas propias de la condición del diputado; Proceder a dar de baja al mencionado diputado en la cobertura de protección social con cargo al Presupuesto de la Cámara, así como en la póliza de accidentes concertada por las Cortes Generales; Detraer la parte proporcional de la subvención correspondiente al Grupo Parlamentario Mixto, en lo relativo a la pertenencia al mismo del diputado; y Comunicar este acuerdo, en la parte que les afecte, al Sr. Diputado, al Tribunal Supremo, al Grupo Parlamentario Mixto y a los órganos directivos de la Secretaría General”.

A partir de ahora, por tanto, el exministro socialista no podrá votar telemáticamente en los plenos ni en las comisiones y tampoco, lógicamente, intervenir en los debates legislativos ni registrar iniciativas. 

Junto a la suspensión de sus deberes, Ábalos también se quedará sin los derechos de ser diputado. Dejará de percibir su sueldo y también los complementos aparejados. Son 3.236 euros brutos mensuales que conforman su sueldo y otros 2.000 que tienen asignados los parlamentarios que no son de Madrid para sus gastos derivados de la actividad del Congreso.

Además, en el caso de que la Cámara llegase a disolverse, por la convocatoria de elecciones, y él siguiera en prisión, Ábalos no tendría derecho a percibir la indemnización que el Congreso condecede en estos casos, una suerte de ayuda mientras los parlamentarios retornan al mercado laboral y que debido a los años que el diputado lleva en su escaño superaría los 100.000 euros.

La decisión de la suspensión ha terminado demorándose en el tiempo. La Cámara Baja contaba con zanjar el asunto una vez que Ábalos entrase en prisión, pero tras debatirlo internamente y el pronunciamiento con los letrados, la Mesa del Congreso optó por interpretar de forma escrupulosa el reglamento y esperar a que se cumpliesen todas las condiciones para la suspensión.

Para ello, después de entrar en prisión preventiva, Ábalos debía contar con un auto de procesamiento firme contra él, algo que no ocurría en el momento de ingresar en la cárcel. El Congreso decidió esperar hasta que el Supremo deliberase sobre los recursos presentados y dejase firme el auto, una decisión que ha confirmado finalmente este miércoles.

Poco antes de que el Congreso confirmase la suspensión, Ábalos había intentado un último movimiento para llevar al límite los grises del reglamento y poder votar en la sesión de este jueves. El exministro solicitó el voto telemático agarrándose a una reforma reciente del reglamento que permite usar esta prerrogativa en situaciones en “situaciones excepcionales de especial gravedad”.

No obstante, tras la suspensión de sus derechos, Ábalos ya no tiene ninguna vía para poder seguir votando ni cobrando su sueldo hasta que no salga de la cárcel.