El beneficio de Repsol se hunde un 63% por la volatilidad del petróleo y el impacto del apagón

Repsol obtuvo un beneficio neto de 603 millones de euros en el primer semestre del año, lo que representa una caída del 62,9% con respecto al mismo periodo del ejercicio anterior, impactado por un escenario marcado por la volatilidad y los menores precios del crudo y márgenes de refino y química, así como por el efecto del apagón eléctrico en la Península Ibérica, que impactó las cuentas de la compañía en 175 millones de euros.

“La elevada volatilidad en los mercados de las materias primas y productos ha marcado el desempeño del negocio Industrial, que ha tenido que adaptar los esquemas de producción, logísticos y comerciales a una situación cambiante. A este impacto hay que sumar los efectos del apagón de la península ibérica, así como otras interrupciones del suministro eléctrico en los complejos industriales de Cartagena y Puertollano”, explica la compañía en una nota.

El resultado neto ajustado del grupo, que mide específicamente la marcha de los negocios, alcanzó los 1.353 millones de euros a junio, un 36,4% inferior a los 2.126 millones de euros del mismo periodo del año pasado.

El resultado bruto de explotación (Ebitda) de Repsol de enero a junio se situó en los 3.078 millones de euros, con un descenso del 25% frente al mismo periodo de 2024.

El resultado industrial del grupo energético se vio afectado en el semestre por el apagón que tumbó el sistema eléctrico peninsular el pasado 28 de abril y otras interrupciones de suministro en distintos días al del cero eléctrico en sus centros de Cartagena y Puertollano que se saldaron con ese impacto total de 175 millones de euros en su actividad de Química y Refino.

La compañía asegura que “está evaluando las posibles acciones legales que podrían ejercitarse, cuando se determinen oficialmente las responsabilidades relacionadas con el apagón”.

El flujo de caja de las operaciones de la compañía durante el segundo trimestre ascendió a 1.718 millones de euros, 793 millones de euros superior al del mismo periodo de 2024 -impactado por la resolución del arbitraje con Sinopec y la adquisición de una participación del 49% en RRUK- y superó a las inversiones, intereses y a las acciones propias adquiridas bajo el programa de recompra de acciones propias de la compañía de 300 millones de euros anunciado en febrero. Mientras, las inversiones netas en el segundo trimestre de la energética se situaron en torno a los 1.200 millones de euros.

En lo que se refiere a la deuda neta del grupo, a finales de junio situaba en los 5.728 millones de euros, 102 millones de euros menos que a cierre de marzo, y el ratio de apalancamiento era del 17,9%. El ratio de apalancamiento excluyendo arrendamientos se situó en 6,8%.

Por otra parte, la compañía ya anunció desinversiones por más de 1.200 millones de euros para 2025, lo que representa más del 60% del objetivo total de desinversiones de Repsol para el año. Estas incluyen la salida de Colombia, la rotación de sendos portafolios renovables de 400 megavatios (MW) y 777 MW en España y en los Estados Unidos respectivamente, así como el acuerdo, anunciado en junio, para vender su participación no operada del 24% en el bloque Corridor en Indonesia, a Medco Energi, por 425 millones de dólares.