El BCE frena las bajadas de los tipos de interés y los deja en el 2%

El Banco Central Europeo (BCE) está atrapado entre fuerzas que empujan a seguir bajando los tipos de interés y fuerzas que empujan en el sentido contrario. Con un condicionante que complica esta encrucijada por completo: el consejo de gobierno de la institución monetaria apenas tiene visibilidad sobre la intensidad de estas fuerzas, porque depende de los aranceles que acaben sufriendo las exportaciones de la zona del euro a Estados Unidos y de la respuesta de la UE —que ambos bloques siguen negociando— y del riesgo de un nuevo shock energético y de inflación por los conflictos y guerras que asolan todo el mundo.

En este contexto de incertidumbre, el BCE ha decidido este jueves pausar las bajadas de los tipos de interés en la zona del euro, y dejarlos en el 2%, tras ocho recortes desde junio de 2024, cuando estaban en el 4%. “El entorno sigue siendo excepcionalmente incierto, especialmente debido a las disputas comerciales”, incide el comunicado de la institución de este jueves. Un texto que también toma un tono optimista al asegurar que la actividad en el conjunto de la zona del euro ha mostrado “resiliencia” hasta ahora.

El consejo de gobierno del BCE, que preside Christine Lagarde, frena el ciclo de abaratamiento de las hipotecas y del resto de préstamos hasta tener más información sobre el impacto de la guerra comercial en la economía, aunque lo cierto es que la mayoría de expertos solo espera un recorte más del ‘precio’ oficial del dinero de aquí a final de año, del 2% actual al 1,75%. La mención a la “resiliencia” de la actividad incluso resta opciones a esa última bajada.

En otra forma de ver la misma encrucijada, esta pausa del BCE llega con la inflación —su principal mandato— controlada cerca del objetivo teórico del 2% interanual y con menor preocupación por la debilidad del crecimiento de la actividad, sobre todo en Alemania y Francia, en un escenario global de desaceleración en el que España es una excepción positiva. De todas formas, el comunicado de este jueves reitera el enfoque “basado en los datos y reunión por reunión”, de cara a las próximas decisiones de la institución.

En junio, tras la última bajada del ‘precio’ del dinero, la propia Christine Lagarde ya avisó de que el ciclo de bajadas de los tipos de interés estaba llegando “a su final”. Estos tipos que fija la institución monetaria se trasladan al Euríbor —al fin y al cabo es una media del tipo de interés al que se prestan dinero los bancos entre sí—. Este índice respecto al que se fija el coste de las hipotecas incluso va adelantando las decisiones del BCE.

En junio, el Euríbor se estancó en el 2,08% de media, frente a mayo, y rompió una racha de catorce meses de bajadas consecutivas. En lo que va de julio, el promedio mensual apenas se ha movido de esa cifra.

¿Habrá más bajadas de los tipos de interés?

Como respuesta a la crisis de precios que se inició en 2021, el consejo de gobierno del BCE llevó los tipos de interés oficiales en la zona de euro hasta el máximo de las últimas décadas, el 4%, para encarecer la financiación, ahogar a la capacidad de consumir y de invertir de familias y empresas y luchar así contra la inflación, aunque el origen de la crisis de precios estuviera en la energía (el petróleo y el gas por la invasión rusa de Ucrania) y en la salida de la pandemia, y no en la demanda.

La estrategia del BCE desde 2022 se basó en la respuesta ortodoxa de la política monetaria de matar moscas a cañonazos. Desde hace un año, el BCE está desandando ese camino porque la inflación se ha moderado, principalmente por la energía. Este nuevo ciclo acomodaticio —en la jerga de la política monetaria quiere decir ciclo de abaratamiento de la financiación— se da en un contexto de desaceleración del crecimiento de la actividad económica, por una parte. Por otra, en un escenario en el que hay necesidades de inversión y de aumento del gasto público acuciantes: en defensa, en la transición energética, en la digital…

“La tendencia desinflacionaria en la zona del euro depende principalmente de un escenario en el que los precios de la energía sigan estabilizándose, o incluso caigan ligeramente, mientras que los precios de las demás materias primas se mantengan bajo control”, explica Eric Dor, director de estudios económicos del IESEG.

Este experto introduce también el factor del tipo de cambio entre el euro y el dólar como una de las claves de las próximas decisiones del BCE. “El euro se ha apreciado más de un 10% frente al dólar desde principios de año. Esto ya está teniendo el efecto de deprimir las exportaciones de la zona del euro [las encarece]. Añadiéndose a los aranceles de la misma magnitud. Esta apreciación también reduce el coste en euros de las mercancías importadas a un precio inicialmente determinado en dólares [una gran parte petróleo o gas]. Esta apreciación del euro es, por tanto, desinflacionaria y constituye un argumento a favor de seguir recortando los tipos de interés del BCE”, comenta Eric Dor.