El Barça no rompe su maldición y sigue sin una final de Champions 10 años después

El 6 de mayo no pudo ser esta vez talismán para el Barça. En 2009, en esa misma fecha, los azulgrana, con Pep Guardiola en el banquillo, lograron arrancar un agónico 1-1 en la vuelta de las semifinales ante al Chelsea de Guus Hiddink en Stamford Bridge, casi cuando estaba a punto de cumplirse el tercer minuto del añadido y jugando con 10 desde el minuto 66, para meterse en una final de Roma en la que, ala postre, batiría al Manchester United por 2-0 para sumar el primer triplete de su historia. Seis años más tarde, el equipo, entonces con Luis Enrique al frente, sellaba un contundente 3-0 frente al Bayern precisamente de Guardiola en la ida de unas semifinales que serían la antesala de la final de Berlín ante la Juventus. Su victoria allí, por 3-1, significó a la vez tanto su quinto máximo trofeo continental como el segundo triplete para el club.

Desde ese triunfo, cosechado en 2015, el Barça no ha hecho más que encadenar una serie de decepciones en Europa a las que el Inter le ha añadido ahora un nuevo capítulo. La Champions insiste en darles una y otra vez la espalda a los azulgrana, en una suerte de maldición que, de momento, no ha escrito aún su última página. En la temporada 2015-16, cayeron en los cuartos de final frente al Atlético de Diego Pablo Simeone. Por mucho que se llevaran un 2-1 aparentemente favorable del Camp Nou, los colchoneros sellaron un 2-0 con doblete de Antoine Griezmann en el Calderón que acabó por obligarlos a despedirse de reeditar el triunfo conquistado el año anterior.

El curso siguiente, el 2016-17, aún comandados por Luis Enrique, consiguieron firmar remontada en los octavos de final ante el PSG con un 6-1 en el Camp Nou tras caer inicialmente en París por 4-0 tan vistosa como finalmente estéril. La Juventus, en los cuartos de final, los descabalgaría de la máxima competición europea tras vencer por 3-0 en Italia y arrancar un 0-0 en la vuelta.

Fiascos en Roma y Anfield

La temporada 2017-18, con Ernesto Valverde al frente del banquillo, los barcelonistas se vieron en la calle también en los cuartos de final, en este caso a manos de la Roma. Tras vencer por 4-1 en el Camp Nou, en un partido en el que la fortuna se alió con los locales, el equipo giallorosso remontó endosándole un contundente 3-0 en Italia.

El curso siguiente sería aún más aciago. Entonces, después de vencer al Liverpool por 3-0 en el Camp Nou en la ida de las semifinales, con Ousmane Dembélé enviando al limbo el posible 4-0 en los instantes finales, los reds les pasaron por encima en Anfield con un tan incontestable como humillante 4-0. La humillación, no obstante, alcanzaría su cota máxima en la temporada 2019-20, en una fase final de la Champions marcada por la pandemia y disputada a partidos únicos en Lisboa a partir de los cuartos de final. Entonces, el Bayern de Hansi Flick arrasó a un equipo dirigido por Quique Setién con un demoledor 2-8.

Tampoco ante el Eintracht

El curso 2020-21 fue otra decepción. El PSG, liderado por Kylian Mbappé, se impuso por 1-4 en el Camp Nou en la ida de los octavos de final y le bastó con ceder un 1-1 en París para sellar una nueva eliminación de un equipo azulgrana que, en las temporadas 2021-22 y 2022-23, no logró ni siquiera alcanzar los octavos y se vio condenado a jugar una Europa League en la que el Eintracht de Frankfurt lo eliminó en los cuartos de final tras un 1-1 en casa e imponerse por 2-3 en el Camp Nou en 2022 y el United, por su parte, lo mandó también a casa en la ronda preliminar previa a los octavos en 2023 tras arrancar un 2-2 e imponerse por 2-1 en Old Trafford.

La campaña pasada, finalmente, el PSG volvió a erigirse como verdugo de los azulgrana en Europa. Esta vez, en los cuartos de final. El equipo de Xavi Hernández consiguió llevarse un 2-3 de su visita al Parque de los Príncipes solo para ver como, en la vuelta, en Montjuïc, el conjunto francés se imponía otra vez por 1-4, en un partido marcado por la madrugadora expulsión de Ronald Araújo, con un doblete de Mbappé y sendos tantos de Dembélé y Vitinha.