India ha lanzado este miércoles una ofensiva aérea contra supuestas posiciones terroristas en Pakistán y en la Cachemira controlada por Islamabad. La operación, bautizada como Sindoor, ha dejado al menos ocho muertos, 35 heridos y dos desaparecidos, según ha detallado el portavoz del Ejército paquistaní, el teniente general Ahmed Sharif Chaudhry. Uno de los 24 ataques ha alcanzado incluso una mezquita en el distrito de Kotli, según ha recogido la cadena Geo TV.
El Ministerio de Defensa indio ha defendido la operación como una “respuesta calibrada y contenida” al atentado terrorista del 22 de abril en la turística localidad de Pahalgam, que dejó 26 muertos. Ha asegurado que los objetivos eran infraestructuras vinculadas a grupos armados, y ha recalcado que no ha bombardeado instalaciones militares paquistaníes. Nueva Delhi ha insistido en que se trata de una maniobra precisa y sin ánimo de escalada, aunque la tensión entre ambos países se ha disparado.
Pakistán, sin embargo, ha respondido con dureza. Sus Fuerzas Armadas han derribado cinco aviones y varios drones indios. El ministro de Información, Ataulá Tarar, ha asegurado que estaban completamente preparados para un escenario así: “India ha recibido una respuesta inmediata y firme”, ha dicho en una rueda de prensa.
“Este acto de agresión no quedará impune”
El primer ministro, Shehbaz Sharif, ha denunciado que “el traicionero enemigo ha lanzado un cobarde ataque contra cinco puntos de Pakistán”. Desde su cuenta oficial en X ha advertido que el país se reserva el derecho de responder con decisión. “Toda la nación se mantiene unida tras sus Fuerzas Armadas. Nuestra moral y determinación se mantienen inquebrantables”, ha escrito, poco después de convocar al Consejo de Seguridad Nacional.
El presidente, Asif Ali Zardari, también ha elevado el tono y ha acusado a India de querer “poner en riesgo la paz y la seguridad regional para impulsar su agenda política”. En un comunicado ha tachado el ataque de “clara violación del Derecho Internacional” y ha prometido una respuesta “adecuada y contundente”. También ha calificado de “cobarde” la acción del Ejecutivo de Narendra Modi, al que acusa de actuar con objetivos electorales.
En la Cachemira administrada por Pakistán, el ministro de Información, Muhammad Mazhar Saeed Shah, ha confirmado la muerte de al menos dos personas en su región. Un funcionario de seguridad ha añadido que los bombardeos indios también han alcanzado puntos de la provincia de Punjab, limítrofe con la India. Mientras tanto, Nueva Delhi ha acusado a Islamabad de haber violado el acuerdo de alto el fuego disparando artillería en la zona de Bhimber Gali, en Poonch-Rajauri. “El Ejército indio está respondiendo de manera apropiada y calibrada”, ha informado la institución en X.
La ministra principal de Punjab, Maryam Nawazm, ha declarado el estado de emergencia y ha anunciado el cierre inmediato de todas las escuelas. “Defender cada centímetro de Pakistán es la razón de fe de nuestro pueblo”, ha manifestado.
Trump critica la ofensiva india: “Es una vergüenza”
Desde la ONU, el secretario general, António Guterres, ha expresado su profunda preocupación. Ha recordado que “el mundo no puede permitirse una confrontación militar entre India y Pakistán” y ha instado a la moderación. Su portavoz, Stéphane Dujarric, ha recalcado que la tensión entre ambas potencias nucleares “ha alcanzado su nivel más alto en años” y ha subrayado que “una solución militar no es la solución”.
El atentado de Pahalgam fue reivindicado por el Frente de Resistencia, un grupo vinculado a la organización islamista Lashkar-e-Taiba. India acusa a Pakistán de proteger a estos grupos armados en la región en disputa desde 1947, origen de dos de las tres guerras que han librado ambos países desde su independencia. Islamabad, por su parte, niega cualquier implicación y defiende su derecho a responder si es atacado.
Desde Washington, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha lamentado la ofensiva india y la ha calificado de “vergüenza”. “Es una pena. Supongo que la gente sabía que algo iba a pasar. Llevan luchando muchas décadas y siglos. Solo espero que esto termine muy pronto”, ha dicho tras asistir a la ceremonia de juramento de su nuevo enviado especial para Oriente Próximo y Rusia, Steve Witkoff.
India ha anunciado simulacros militares en varios estados para preparar un posible ataque hostil. El recuerdo de lo ocurrido en 2019, cuando otro atentado en Cachemira desembocó en un cruce de bombardeos entre ambos países, vuelve a pesar en el ambiente. Entonces, la escalada incluyó el derribo de aviones, el cierre del espacio aéreo y la expulsión mutua de diplomáticos.