La cerveza puede ser una bebida cara en países del norte de Europa, como Dinamarca, y más aún si no se conocen bien las reglas. A finales de la semana pasada un danés cruzó la frontera entre Dinamarca y Alemania llevando consigo nada menos que 70 cajas de cervezas, algo más de los 110 litros permitidos, pero aún tenía mucho más guardado.
Así lo informó la Oficina de Aduanas de Dinamarca en un comunicado de prensa, en el que señaló que el hombre había cruzado la frontera repetidamente, lo que despertó el interés de la policía, que acabó visitando su domicilio para realizar un registro adicional, según ha publicado el medio JydskeVestkysten.
En su casa encontraron 100 cajas y 313 cajas adicionales en varios lugares del domicilio de cerveza importada de Alemania. En total había más de 11.500 latas de cerveza. Ahora el hombre se enfrenta a un impuesto total de más de 8.000 coronas danesas (poco más de 1.000 euros) y a una multa de unas 20.000 coronas (más de 2.600 euros).
El impuesto es calculado y emitido por la Agencia Tributaria Danesa, que ayuda a la Agencia Aduanera Danesa con el cálculo de los casos tributarios. «Es frustrante recibir una factura extra inesperada al comprar al sur de la frontera. Por eso le animamos a que lo piense dos veces», resalta el medio danés.
Jeppe Kjærgaard, director de inspección de la Oficina de Aduanas de Dinamarca, explica en el comunicado de prensa que solo está permitido llevar productos libres de impuestos a casa para consumo propio. El caso ha sido transferido a la Policía del Sur y del Sur de Jutlandia para que se tome una decisión.