Sopló más de la cuenta el viento del desierto, la temperatura descendió a niveles casi desconocidos e incluso cayeron algunas gotas de lluvia. Nada parecía en sus cabales durante el arranque de la pretemporada del Mundial 2025. El remate, para desdicha de los equipos, fue un apagón eléctrico que obligó a una hora de parón en el circuito de Sakhir. Dadas las apreturas del calendario y la necesidad de rodaje, la FIA permitió recuperar el tiempo perdido. Entre tantos sobresaltos, Lando Norris cerró la primera jornada de test con el mejor crono (1:30.430), mientras Carlos Sainz abrochaba un ilusionante arranque con Williams.
El madrileño completó 67 vueltas con su FW47 y acabó quinto, a 52 centésimas de la cabeza, evidenciando el paso adelante de la escudería de Grove, comandada por Alex Albon durante la sesión matinal. Si el británico sólo cedió ante Andrea Kimi Antonelli (Mercedes) y Liam Lawson (Red Bull), Carlos pudo codearse también con la elite, claudicando únicamente ante Norris, George Russell, Max Verstappen y Charles Leclerc.
«Pudimos completar nuestro plan y dimos muchas vueltas, que siempre es el objetivo principal del primer día», explicó Sainz, que completará íntegramente la sesión del jueves, cediendo a Albon toda la responsabilidad para el último día. «Las primeras impresiones son positivas, pero intentaremos mejorar el equilibrio del coche tanto en tandas cortas como largas», añadió el último ganador del GP de Australia.
Los favoritos apostaron por el compuesto medio C3 y el crono de Norris fue nueve décimas más rápido que el establecido por Verstappen hace un año en la jornada inaugural de test. La peor noticia para McLaren estribó en el escaso rodaje del actual subcampeón, autor de 52 vueltas, 22 menos que Mad Max.
Alonso, con sólo 46 vueltas
En cualquier caso, el momento crítico llegó a falta de 59 minutos para el final, cuando Leclerc lideraba y los focos Sakhir dijeron basta. «Salí de boxes y pensé que había oscurecido de repente. Dije por radio a mis ingenieros que tendría que cambiar la visera, pero luego me di cuenta de que las luces se habían apagado. Hubiera sido algo caótico si nos sucede una hora más tarde, ya sin sol», relató Russell.
Más allá de este episodio, causado por un «fallo externo en la subestación», según el comunicado oficial de la Fórmula 1, la tarde se cerró sin averías ni incidentes de gravedad. En la línea continuista de la mañana, donde el debutante Antonelli lideró la tabla de tiempos al volante de su Mercedes (1:31.428) aunque 1,5 segundos más lento que el mejor crono de la temporada pasada, obra de Sainz.
El estreno no resultó propicio para Fernando Alonso, que sólo pudo completar 46 vueltas. El bicampeón mundial, a 44 centésimas de la cabeza, ni siquiera pudo completar la distancia equivalente al GP de Bahrein (57 vueltas). De hecho, los escasos 40 giros de Lance Stroll por la tarde convirtieron a Aston Martin en la escudería con menos kilómetros del día. Incluso novatos a bordo de monoplazas poco competitivos como Oliver Bearman (Haas), Jack Doohan (Alpine), Isack Hadjar (Racing Bulls), Gabriel Bortoleto (Sauber) superaron a los pilotos de Andy Cowell.
En la zona noble, Lawson marcó el segundo tiempo más rápido con su Red Bull, a 132 milésimas de la cabeza, aunque protagonizó el percance más espectacular de la jornada, del que salió airoso por los pelos. Cuando iba a cumplirse la primera hora, el neozelandés perdió el control del RB21 a su paso por la curva 2, con un trompo que le hizo pisar la grava. El susto no hizo cambiar el gesto de Christian Horner, team principal de la escudería de Milton Keynes, que ha presentado un monoplaza muy similar al que hizo coronarse a Verstappen en 2024.
Piastri, en la intrascendencia
Por entonces, los participantes seguían lidiando con las dificultades propias de la pretemporada. Con 14ºC en el aire, algunos de los llamados a grandes éxitos, como Oscar Piastri, quedaron relegados a la intrascendencia.
El otro gran punto de interés fue la puesta en marcha de Lewis Hamilton con Ferrari. El heptacampeón acabó a 406 milésimas de Antonelli. No obstante, como queda dicho, los tiempos no deben considerarse aún representativos, dado que el italiano, al volante del W16, rodó 2,5 segundos más lento que la pole del último GP de Bahrein (1:29.179).