Borrell no se calla al ver que un «presunto criminal de guerra» propone a Trump para el Nobel de la Paz

En los últimos tiempos se están produciendo acontecimientos que. más que históricos, podrían definirse como distópicos, dignos de una realidad paralela o como se diría ahora, de una ‘simulación’. El contexto geopolítico actual, con dos claros focos de conflictos muy activos y casi congelados en el tiempo, parece no tener fin. Pero en torno a ellos -hablamos de Gaza y de Ucrania-, aparecen constantemente situaciones, declaraciones y peticiones de lo más surrealistas.

Pues bien, una de ellas es la que respecta al premio Nobel de la Paz. Como todo el mundo sabe, Donald Trump ya ha hecho algunas alusiones en tiempos pretéritos a que es él quien lo merecería, algo que no deja de ser uno de los tantos ¿delirios? del magnate estadounidense.

Sin embargo, este martes ha sido otro líder mundial el que ha realizado esta petición de manera oficial y al que le parece una idea magnífica. Evidentemente, hablamos de Benjamin Netanyahu. El primer ministro de Israel ha pedido abiertamente que sea Trump quien reciba el premio a la persona de la humanidad con mayor vocación -o hechos que los respalden- de paz.

Como todos pueden imaginarse, la relación que une a ambos está clara: el apoyo de EEUU representado por su presidente Trump a la guerra que Israel mantiene con Hamás -que cada vez más gente denomina como genocidio en Palestina- y contra Irán. De hecho el principal argumento de Netanyahu parece solicitar el premio para su homólogo estadounidense ha sido el de «estar forjando la paz en Oriente».

Como es normal, esta petición ha tenido un eco mundial, ya que la inmensa mayoría de líderes políticos la consideran como algo totalmente descerebrado. Y en algunos casos han manifestado su postura contraria en redes sociales. Uno de ellos ha sido Josep Borrell, el ex Alto Representante para Asuntos Exteriores de la UE ha reflexionado sobre este hecho con un mensaje en X que no deja dudas.

«Un presunto criminal de guerra buscado por la justicia internacional propone para el Premio Nóbel de la Paz a su mayor suministrador de armas, y con las cuáles está causando la mayor limpieza étnica en la región desde el final de la II Guerra Mundial».

Evidentemente, este comentario ha encontrado infinidad de apoyo en redes sociales, ya que parece una contradicción en sí misma que el primer ministro de un país que está librando una guerra -o ataques desproporcionados contra decenas de miles de civiles- solicite el Nobel de la Paz para la máxima autoridad del país que más armamento le suministra.