España se ha impuesto a Estados Unidos (13-12), en el torneo femenino de waterpolo, para llevarse el bronce en el Mundial de Singapur, la sexta medalla en una competición de este tipo con la aportación destacada de Anni Espar, autora de cuatro goles y de una recuperación final.
La etapa de Jordi Valls, sustituto del mítico Miki Oca, al frente del equipo nacional, se ha solventado con una medalla, y eso que ha tenido que lidiar con cambios en su escuadra, un equipo que, además, venía de ganar el título olímpico en París, todo un reto.
Después del varapalo de la contundente derrota ante Hungría (15-9) en semifinales, España se rehízo. No era un partido fácil para ninguno de los dos equipos que, acostumbrados a luchar por los títulos, se encontraban en una final de consolación. Dos equipos, además, en plena reconstrucción generacional.
Y España dominó desde el principio, desde el 0-1 anotado por Espar, que exhibió galones y fue la punta de lanza del nuevo equipo español, hasta el 2-4 con el que concluyó el primer cuarto, en el que las jóvenes como Daniela Moreno o Paula Prats también anotaron.
La potencia de Estados Unidos en la boya provocó múltiples superioridades para el equipo de Adam Krikorian, pero España seguía arriba en el marcador con hasta tres goles de máxima diferencia y un nuevo tanto de Espar para cerrar el primer tiempo (4-7).
Con otro más, la capitana llevó a España a su máxima diferencia al anotar un penalti (4-8). Eran momentos con una buena defensa y la aportación de Martina Terré en la portería. Pero de tanto cargar en la boya, las estadounidenses empezaron a obtener rédito en las superioridades y su máxima goleadora, Emily Ausmus, anotó tres goles consecutivos, aunque España a dos minutos del final del tercer cuarto seguía cuatro arriba (7-11).
Todo se empezó a complicar cuando la zurda Emma Lineback anotó tres goles en superioridad para cerrar un parcial 3-0 y situar a su equipo 10-11 a cinco minutos del final. A la hora de la verdad, Paula Camus exhibió calidad en el 10-12, Con cuatro minutos por delante, Roemer descontó en otra superioridad (11-12) a 3:28 del final; y Bea Ortiz acertó en mujer de más para el 11-13.
Lineback, a 1:21, puso de nuevo la emoción (12-13) y, a partir de entonces, muchos nervios. Krikorian pidió un tiempo muerto a 49 segundos, pero España recuperó la posesión, por medio de Anni Espar con 30 segundos para el final y las estadounidenses jugando con portera-jugadora. Al final agotó el tiempo el equipo de Jordi Valls y sumó su sexta medalla en el Mundial, una demostración de que, a pesar del cambio generacional, y del nuevo técnico, sigue por el buen camino.